El 57,4 por ciento de los alumnos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), de entre 12 y 15 años, ha tenido relaciones sexuales con penetración, aunque sólo el 40,3 por ciento ha recibido educación sexual, y más de la mitad han tomado alcohol, un 18,4 por ciento en locales donde está prohibido.
Así se desprende del estudio sobre comportamientos de riesgo (violencia, consumos de alcohol y drogas y conductas sexuales) en estudiantes de ESO llevado a cabo en las ocho provincias andaluzas por el Grupo Universitario de Investigación Social de la Escuela Universitaria de Trabajo Social de Jerez, que se presentó ayer en Sevilla.
Respecto a la violencia, más de dos tercios ha sido testigo de agresiones, uno de cada seis se confiesa víctima de alguna agresión, uno de cada siete reconoce haber sido agresor, el 3,7% ha tenido miedo algún día en el instituto y el 49,5% considera que no es violencia pegar a un profesor o un compañero.
Además, el 22,1%, consumen drogas un 7,9%, de los que el 42% la reciben de sus amigos, un 9,7% la compran cerca del instituto, un 3,2% dentro del centro y un 6,5% en el botellón, mientras que el 43,6% se ha emborrachado alguna vez.
El director del estudio, José Rodríguez Carrión, explicó que el informe se ha hecho con 2.225 encuestas en toda Andalucía (437 en Sevilla) para una población de estudiantes que en el curso 2006-2007 era de 398.446 alumnos (205.457 chicos y 193.009 chicas).
Otros datos que han "sorprendido" a los investigadores es que el 5% dicen que "a veces me siento con pocas ganas de vivir", que el 10,5% reconoce problemas de alcohol o drogas en el entorno familiar y que el 1,8% tiene miedo de sus padres.
Además, casi la mitad de los adolescentes van al centro escolar con móvil a pesar de que está prohibido, casi todos ven la televisión entre semana (2,8 horas al día y 4,7 los fines de semana), dos tercios navegan por internet (2,7 horas al día y 4,4 los fines de semana) y juegan con las consolas el 37% entre semana y el 48% los fines de semana.
Educación sexual como asignatura obligatoria
Tras las encuestas, el grupo de trabajo ha propuesto que la educación sexual sea una asignatura obligatoria para disminuir los riesgos que conllevan sus prácticas habituales, entre ellos el "profundo desconocimiento" que tienen los jóvenes de las enfermedades de transmisión sexual, indicó Rodríguez Carrión.
Precisó que el 17,5% de los jóvenes ha usado la píldora poscoital, que el 19% no utilizó anticonceptivos en sus relaciones y que el 48,3 tiene pareja, mientras que se declaran homosexual el 1,4%, con dudas de su orientación el 1,7% y bisexual el 1 por ciento.
El estudio se presentó a 400 orientadores de institutos de Sevilla, quienes les expresaron que no se sienten "apoyados" por los padres de los alumnos y advirtieron de la necesidad de que se instalen programas de prevención de la violencia en las familias y las escuelas a la vez que han expresado su "temor" a reprender a los estudiantes por la reacción de los progenitores.
Respecto a Andalucía, se ha detectado que en Sevilla existe más control en el alcohol que se dispensa a los jóvenes en discotecas y locales similares pero que hay más botellón, que los niveles de violencia son similares y que es "muy superior" la precocidad sexual, con una media de 14,2 años en la primera relación con penetración.
El director del estudio, que tiene 52 años, afirmó que los "adolescentes tempranos", los que tienen entre 10 y 14 años, son "igual que los de antes" con la diferencia de que están adelantados en las relaciones sexuales, tienen más acceso al alcohol y llegan a amenazar a los profesores, algo inexistente hace unas décadas.