El Centro Federico García Lorca de Granada, que abre oficialmente sus puertas en la tarde de este miércoles, se ha concebido como un edificio que se "abre" a la ciudad de Granada a través de la Plaza de la Romanilla, estableciendo un permanente "diálogo" con sus calles, casas y balcones cercanos, por medio de lucernarios, ventanas y cristales que propician un juego de luces, sombras y penumbras.
Los responsables del proyecto, que ganaron el concurso internacional de ideas convocado en enero de 2005, son los integrantes de MX_SL Architectural Studio, que han hecho un recorrido previo a la inauguración con la prensa.
Mara Partida, Mónica Juvera y Boris Bezan han explicado que el centro, con 4.700 metros cuadrados de superficie, se estructura en dos volúmenes conectados entre sí.
La idea principal del proyecto fue la de la "conexión" con el centro histórico de la ciudad, y por ello, la entrada del edificio --ubicado en uno de los pocos solares que había disponibles de la zona-- se ha diseñado como una prolongación de la Plaza de la Romanilla, con "guiños" continuos a la Catedral, que se encuentra a pocos metros.
Con espacios diáfanos en cada rincón, con la luz como protagonista, este edificio de corte vanguardista cuenta en la primera planta con un teatro de 410 butacas retráctiles que está equipado con caja acústica y con muros movibles que le aíslan del sonido del vestíbulo y que además permite las condiciones adecuadas para albergar todo tipo de actividades culturales, incluido el cine, con tecnología de última generación.
En la planta baja se sitúa de forma "sorpresiva" la sala de exposiciones, la más grande del centro con 500 metros cuadrados de superficie que, pese a estar en un sótano, cuenta con luz natural propiciada por lucernarios y un patio concebido a modo de patio inglés, con un suelo de madera para otorgar "calidez" al espacio, en el que además se ubican salas de camerinos.
En las plantas superiores se encuentran las oficinas, los talleres y la biblioteca, con una zona de libros y otra de sala de lectura. Suspendida sobre la biblioteca se sitúa la cámara acorazada que albergará el legado del poeta Federico García Lorca, con sus manuscritos originales, actualmente en la Residencia de Estudiantes de Madrid.
Con un color rojizo por el acero que la reviste, que "contrasta" con el hormigón blanco del resto, fue concebida como el "corazón" del edificio. Es el único elemento de color de todo el edificio y el único también que se abre con llave --incluida la huella digital--.
Según ha indicado Juvera, el estudio quiso diseñar un edificio que bebiera de la obra lorquiana en el sentido de su conexión con la ciudad. "Lorca abarcaba muchas áreas artísticas, y lo que nos llamaba mucho la atención, como hilo conducturos, es que hablaba de la gente de la ciudad, de los marginados y de incluso de sentimientos marginados. Se entregaba a la ciudad, no hablaba sólo de su grupo social", ha explicado.
A partir de este jueves, el centro estará abierto al público y permitirá visitas guiadas y, durante todo el mes de agosto, los que acudan al edificio podrán contemplar a los artistas que preparan la primera exposición, que se abrirá en septiembre.