No elude la polémica que rodeó su paso por Televisión Española pero tampoco le quita el sueño porque se ha hecho “un traje con las críticas”, más aún cuando tras unos meses en paro ha vuelto a la que considera su casa, Canal Sur Televisión, y haciendo un programa, Los Descendientes, cargado de emociones, del que se siente muy orgullosa y al que ha respaldado la audiencia andaluza.
“Ellos miran con ojos limpios, ni han probado en su vida los caracoles”, destaca Toñi Moreno al hablar del nuevo programa con el que ha vuelto a casa y en el que hijos, nietos y biznietos de aquellos que emigraron para volver pero nunca regresaron conocen por primera vez su verdadera tierra. “Es un formato muy bonito, cargado de emociones”, relata la presentadora con satisfacción por acercar su tierra a esos andaluces criados como tales pero que nunca han tenido la oportunidad de conocer Andalucía.
“Sigo aprendiendo”, dice Toñi Moreno de su nuevo programa, con el que vuelve a la televisión después de las críticas que le supusieron los dos programas que realizó en Televisión Española. Dice que trabajar en televisión es aceptar las críticas y que, con el paso del tiempo y no sin cierta dificultad, aprende de las constructivas, “y las que me insultan, ni las leo. Me he hecho un traje con las críticas aunque a veces sean injustas”.
Para Toñi Moreno, no es que seamos muy diferentes en Andalucía (en Canal Sur presentaba un programa muy similar al criticado Entre Todos) y en España, “se politizó y no supimos pararlo pero lo que se mostraba era la realidad”, asegura, convencida de que la solidaridad en la que se basaba el programa era una muestra de lo que pasaba en España, personas necesitadas y personas dispuestas a echar una mano. “Fueron 150.000 personas las que colaboraron, 8 millones de euros recaudados y 500 familias que se ayudaron”, apunta con firmeza. Aclara que nadie canceló el programa: “el contrato se acabó y no lo renovaron”.
La televisión tiene un punto de crueldad que no lo tienen otros medios de comunicación, le apunto... “Cuando la crítica iba sobre mí o cómo presento, lo asumía, pero no aceptaba que dijeran que no trataba a la gente necesitada con dignidad. Era al contrario. Cuando te quedas en paro se baja la autoestima y si uno llamaba y le ofrecían cuatro trabajos, le subía la autoestima. Era un programa útil”.
Entonces callaba pero ahora se defiende, porque ese formato, reitera, “era útil” y nadie puede decirle que no trataba con dignidad a las personas que centraban el programa, “porque me identificaba con ellos, porque yo también vengo de una familia humilde”.
Satisfecha y orgullosa del nuevo programa, en el que participan ocho concursantes procedentes de Estados Unidos, Nicaragua, México, Argentina, Chile, Guatemala y Bélgica, ya tiene algunas propuestas para continuar en Canal Sur, al que considera su casa y en el que ha sido muy feliz. “Pero no te voy a adelantar nada”, asegura entre risas.
Pero sí tiene claro Toñi Moreno que lo que le gusta es hacer televisión donde el trato directo con la gente sea el principal protagonista: “La televisión pública -afirma- tiene un compromiso con los ciudadanos, ser útil. Canal Sur es el vehículo perfecto para hacer que los andaluces sean más felices”.