El manco de Lepanto tuvo mala suerte. Cuando venía con cartas de recomendación del mismísimo Don Juan de Austria de la batalla de Lepanto, "la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros", Miguel de Cervantes fue preso de los berberiscos y estuvo cautivo cinco años. Su mala estrella continuó tras la muerte y lo que quedaba de sus huesos cayó en manos de Ana Botella para su explotación mediática, que ya es desgracia para el Príncipe de los Ingenios. Cervantes da nombre desde 1991 a la red de centros que difunden la lengua y la cultura española en el mundo, el Instituto Cervantes.
El Cervantes de Gibraltar se creó por la Declaración de Córdoba de 2006, en el Foro de Diálogo establecido por España, Reino Unido y Gibraltar en 2004, con Miguel Ángel Moratinos. La apertura fue en 2011 y se convirtió en la única institución oficial española en el Peñón, desde el cierre del Consulado General de España en Gibraltar, vigente desde 1716 hasta 1954.
El Cervantes ha desarrollado una intensa actividad académica y cultural ya que ha conseguido 4.000 matrículas de español de alumnos gibraltareños en cuatro años y la celebración de 200 actividades como el Día de la Hispanidad, ciclos culturales como “Reencuentro Sefarad-Gibraltar” y “La Historia de Gibraltar durante los siglos XV al XVIII” para difundir la historia de Gibraltar durante su pertenencia al Reino de España.
Ayer cerró a cal y canto. Un ministro presuntuoso –como Margallo- lo ha llevado a cabo con saña y el Toisón de Oro, otorgado por el Rey a Víctor García de la Concha, no lo ha impedido. El cierre es un gravísimo error. Deja a nuestro Estado sin ninguna representación institucional en Gibraltar y añade un incumplimiento más a la Declaración de Córdoba. ¿Honor a nuestra palabra dada? Cosa de españoles antiguos. Cuando los polos se derritan y la Junta de Andalucía acometa la ampliación de la Comunidad a territorios históricos, previo acuerdo de las partes interesadas, nadie hablará español allí…Ni los nombrados simios del estólido ministro que se pegó un tiro en el pie. Menos mal que saben latín. Sigue la mala suerte de Miguel de Cervantes. ¡Que la Junta lo remedie! n
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es