Cuenta la leyenda que el volcán del Teide fue donde el maligno secuestró al sol, lo que sumió a la isla de Tenerife en la oscuridad. Los lugareños de entonces, los guanches, invocaron a Achamán, su dios celeste, quien consiguió derrotar al mal, liberar al sol y sellar la boca del volcán. Es una de las historias que rodean a este volcán milenario que, con 3.718 metros sobre el nivel del mar, corona la isla tinerfeña y es uno de los símbolos canarios. Su última gran erupción fue en 1798 y desde 1909 está inactivo aunque, sin duda, su poder sigue latente.
Esta joya natural se encuentra dentro del
Parque Nacional del Teide, declarado Patrimonio de la Humanidad. Su paisaje es incomparable. Aquí la naturaleza se combina con los conos volcánicos y las coladas de lava y viven cientos de especies animales y vegetales, algunas únicas en el mundo. Por eso recorrerlo es toda una experiencia. De hecho, cada año lo visitan más de 3 millones de personas, siendo el parque nacional más visitado del país.
Uno de sus secretos es que el volcán parece distinto en cada visita. El paisaje se modela en función de la hora del día y de la estación en que se contemple. Eso sí, dos sensaciones permanecen constantes, la inmensidad del paisaje y el silencio abrumador. Te recomendamos experimentarlas por ti mismo y
volar sobre el Teide con un teleférico.
La excursión comienza en la estación base, a la que se accede por carretera. Situada a 2.356 metros de altitud, dispone de dos cabinas que hacen el recorrido hasta la cumbre en unos 8 minutos. Un viaje inolvidable para contemplar las espectaculares cumbres que rodean al volcán. Así, llegarás a la estación superior, situada a 3.555 metros de altitud, y desde donde parten tres rutas espectaculares.
Una de ellas, la del Cráter del Teide, te conducirá hasta la cima donde te espera uno de los paisajes más espectaculares del mundo, sobre todo en los días claros, cuando es posible divisar las divisar las islas de la Gomera, el Hierro, La Palma y Gran Canaria. Eso sí, es necesario solicitar permiso a la administración del parque para poder subir.
También te recomendamos seguir la Ruta Mirador de la Fortaleza para disfrutar de la vertiente norte de la isla, con el valle de la Orotava en el centro y el monte de la Esperanza. Y si prefieres el sur, la Ruta Mirador Pico Viejo te permitirá contemplar las Cañadas del Teide, con los restos de las últimas erupciones, el colorido cráter de Pico Viejo y los gemelos, los Roques de García y Montaña Guajara.
Visitar el Teide es una experiencia para todos los sentidos y una de las muchas visitas obligadas para cualquier viajero que quiera conocer
los lugares imprescindibles de Tenerife. No olvides hacerlo con ropa y calzado adecuados para andar por el suelo pedregoso y hacer frente a los cambios de temperatura. Prepárate para disfrutar de uno de los mejores regalos de la naturaleza.
Si estás buscando un destino para tus próximas vacaciones y aun no has tenido la oportunidad de conocer la maravillosa isla de Tenerife y el majestuoso Teide, te animamos a programar una escapada para explorar los secretos de su naturaleza volcánica. Desde puertos como el de Cádiz o Huelva existen conexiones directas por mar con Tenerife.