Al margen de lo púramente festivo, y ya en el plano organizativo, el Ayuntamiento aplicó un dispositivo de reordenación del tráfico durante los tres días, y el espacio comprendido entre las calles Horno, Parras, Rosa, Espinosa y Santo Domingo fue acotado con vallas. Las calles Parra y Espinosa, permanecieron cerradas a partir de las 21 horas. Las calles Hornos y Rosa estuvieron semicerradas, con vigilantes que permitieron el paso exclusivamente peatonal y sin bebidas a partir de las 21 horas.
Por otra parte, el acceso principal de la calle Santo Domingo también estuvo especialmente controlado de 14 a 17 horas y a partir de las 21 horas hasta las 4 de la madrugada.
El dispositivo ordinario de la Policía Local fue reforzado con nueve servicios extraordinarios, por lo que las noches del viernes y sábado, 7 agentes de Policía velaron por la seguridad ciudadana en la zona.
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