El Algarrobico, la contaminación en Sevilla, los fosfoyesos o los pozos de Doñana, puntos negros según Greenpeace

Publicado: 03/06/2015
En Andalucía la organización ecologista destaca especialmente la amenaza que supone la contaminación de la Ría de Huelva causada por décadas de vertidos de fosfoyesos a las marismas
El informe 'Radiografía social del medio ambiente en España', de Greenpeace, identifica un total de 400 puntos negros de todo el país, 80 de ellos en Andalucía, entre los que está la contaminación en la ciudad de Sevilla, la de la Ría de Huelva y los fosfoyesos, el hotel del paraje de El Algarrobico o los pozos de Doñana.

   En Andalucía la organización ecologista destaca especialmente la amenaza que supone la contaminación de la Ría de Huelva causada por décadas de vertidos de fosfoyesos a las marismas. "Contaminación que ahora quiere ser ocultada bajo unos centímetros de arena haciendo que Fertiberia, la empresa causante del caso de mayor contaminación de Europa, logre no pagar la correcta descontaminación de la zona", defiende Greenpeace.

   Entre esos puntos negros también está la construcción del hotel en El Algarrobico, en Carboneras (Almería); la contaminación de la ciudad de Sevilla, los pozos ilegales de Doñana, las cementeras de Jerez o Gádor, la destrucción de la costa que, a su juicio, supone el Proyecto de Las Aletas (Cádiz), o el almacén de residuos nucleares de El Cabril (Córdoba), entre otros.

   Además, el informe recoge en el conjunto de España 214 ejemplos positivos a seguir, nueve de los cuales están en la comunidad autónoma. En ese lado positivo, de la comunidad andaluza Greenpeace destaca que es líder mundial en generación de energía termosolar, el espacio protegido de la Desembocadura del Guadalquivir, la Isla de Alborán, o la reserva marina del Cabo de Gata.

   Además, en este informe Greenpeace ha ido más allá y, por primera vez, realiza una radiografía que refleja las duras consecuencias sociales que tienen las agresiones al medio ambiente en todas las comunidades autónomas. De igual modo, se ponen en valor los impactos positivos que conllevan las políticas medioambientales positivas.

   Así, por ejemplo, ha establecido el vínculo entre las infraestructuras inútiles y los escándalos por corrupción y el despilfarro de dinero público; también entre una política energética dictada por las eléctricas y las enfermedades y pobreza energética, o entre la gestión forestal y las privatizaciones y la pérdida de derechos laborales.

   "Esta radiografía permite demostrar que el medio ambiente es una de las principales víctimas de la crisis y es la ciudadanía quien sufre las consecuencias", ha declarado María José Caballero, directora de Campañas de Greenpeace. "Es necesario que los dirigentes políticos reviertan la situación y apuesten por modelos económicos y sociales respetuosos con el medio ambiente porque las evidencias demuestran que lo contrario tiene graves consecuencias para la ciudadanía".

   Como ejemplo de las consecuencias sociales que tiene la destrucción del medio ambiente, Greenpeace recoge la contaminación que sufre la ciudad de Madrid, donde cada año se producen 2.000 muertes prematuras debido a la polución, y las centrales térmicas de carbón, a las que cada año se asocian medio millar de fallecimientos anuales.

   Respecto a la corrupción, si bien la costa ha sido el principal escenario donde la destrucción del medio ambiente ha venido precedida de escándalos urbanísticos, estos también se han producido en el interior. Solo en 2011 se iniciaron 1.754 procesos judiciales relacionados con supuestos actos ilegales de ordenación del territorio y planificación urbana y se dictaron 408 condenas.

   Por lo que a los recortes medioambientales se refiere, además del retroceso sufrido por la Ley de Costas y los recortes en sectores como la prevención y extinción de incendios, destaca la tendencia actual por la privatización de la gestión del agua que ya afecta a la mitad de los municipios del país. Además, Greenpeace lamenta que durante estos años sin sequía declarada, no se hayan llevado a cabo medidas para paliar sus efectos cuando con toda seguridad vuelva a suceder.

RANKING DE COMUNIDADES

   Con todos sus ejemplos e indicadores, la organización ha elaborado un ranking de las comunidades autónomas en función de su índice de calidad ambiental, en función de diferentes temas como la agricultura, calidad del aire, costas, pesca, energía y cambio climático, protección y gestión del territorio, y la gestión de residuos.

   Según este índice, las comunidades con más puntuación son La Rioja, Navarra y la Comunidad de Madrid, seguidas de Extremadura, Castilla y León, Galicia, Andalucía, Cataluña, Baleares, Murcia, Canarias, Castilla-La Mancha, Asturias y Euskadi. La lista la cierran la Comunidad Valenciana, Cantabria y Aragón.

   "Todas las comunidades se sitúan entre un nivel de calidad ambiental medio y bajo por lo que en todas sin duda, existe un gran margen de mejora medioambiental", ha comentado Julio Barea, responsable del informe.

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