Quienes no quisieron esperar para estrenar traje de gitana o recuperar el de años pasados fueron las mujeres, numerosas también en el real, atrevidas en cuanto a forma y color de sus vestidos, a cual más llamativo y mejor conjuntado. Opiniones hubo para todos los gustos. Como también los hubo sobre la caseta de Valencia. Hay quien esperaba más de la comunidad autónoma invitada. Dos grandes paelleras, una de ellas vacía a las cinco de la tarde, dejaba ver lo que los portuenses preferían de la caseta. Por lo demás, ni promoción turística hay. Aún así la secretaria autonómica de Turismo, María Victoria Palau, disfrutó con el recibimiento.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es