Gastroenteritis y la estatua de Franco

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Mientras ,como en el ritual de margaritas, se deshoja qué se hace con la última estatua del dictador, nos alegra el alma el descubrimiento de internet, Susan Boyle, una mujer de 47 que canta como los ángeles y que en un solo día consiguió colapsar Youtube
Escribiendo este artículo me acompaña su voz, una y otra vez , de fondo, para hacerme entender que los milagros cotidianos existen si los queremos ver, sin necesidad de salvadores montados en caballo, que nos engañen con que nos traen la paz

No tenemos gastroenteritis de alma, ni somos mas que un conjunto de deseos y voluntades que podemos hacer realidad, como Susan, solo alzándonos sobre nuestras propias limitaciones, fijándonos bien en las metas y no dejando que los demás dicten lo que podemos hacer y lo que no
He leído la nueva batida de algunos contra la educación para la ciudadanía, aduciendo que ellos tienen sus propios valores basados en las enseñanzas de un hombre que no quiso ser Dios y que bajó los pies a la tierra, se mezcló con débiles, insignificantes, mendigos y vagabundos, locos, poseídos y prostitutas, para intentar cambiar, un mundo gobernado por gente que creía en la superioridad de sus creencias y en la inamovilidad de todo el poder constituido , terminando condenado a una muerte cruel y vejatoria, precisamente por ir contra lo establecido
No he leído en ninguna parte que ese hombre predicara que los homosexuales debían ser apartados por su amor a los de su mismo sexo, tampoco que las mujeres no pudieran elegir su destino, lo que seguramente ha pasado es que el mensaje se ha desvirtuado, como en la época del nazismo cuando los jerarcas hitlerianos propugnaron que los hebreos debían ser exterminados por haber matado a Jesús, olvidándose conscientemente, de que Jesús no era otra cosa que un hebreo
Nuestro grandes inquisidores, nuestros santos, nuestro filósofos y nuestros mayores creadores y pensadores no son en la mayor parte de los casos mas que conversos, originariamente hebreos o musulmanes, llevados por las circunstancias históricas y la presión del poder establecido a convertirse y sobrevivir, para alcanzar sus objetivos
Igual que Susan Boyle que si ven el video, nadie creía en ella, ni los entrevistadores, ni el público, ni los presentadores, justo hasta que dejó escapar su voz y lo inundó todo, vaciando el teatro de dudas, resquemores y burlas
Así, debía ser la presencia de Jesús, clarificante y saciadora de dudas, solo que al igual que cuando de niñas, mis amigas y yo jugábamos al teléfono y de tanto pasar el mensaje de una a otra, al final, no tenia nada que ver lo inicial , pasado el tiempo el mensaje original de ese hombre revolucionario y antisistema, se ha doblado y planchado, enjabonado y perfumado, para que sea políticamente correcto, para darle el color y la forma deseada, como a nuestro pasado del que no podemos desprendernos porque raspa y preferimos no tocarlo , ni enfrentarnos a él, porque nos da demasiado miedo, demasiado pavor para decir en voz alta todas las cosas que pensamos ,todo aquello que somos o que sentimos, porque tememos las consecuencias de aquellos que dicen creer en el amor, pero no les importa nada el daño que hagan en imponer sus creencias, su visión o sus ideas.
Hora sería ya de que nos vacunásemos contra la gastroenteritis de alma, o que la pasásemos de una buena vez, con un poco de racionalidad y madurez política y social, hora de que dejásemos los arquetipos de los sanedrines de la época de Jesús anclados en el tiempo, con jueces romanos que hacen el trabajo sucio y un inocente asesinado por llevar a cabo unas ideas, que no por desesperadas, visionarias y dementes, dejan de ilusionar a muchos, hasta hoy día

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