Rompiendo con la regla no escrita de que los candidatos al Palacio de la Moncloa sean el 'número uno' de la lista de Madrid, IU no descarta presentar a su próximo 'cabeza de cartel' a las elecciones generales, Alberto Garzón, por una circunscripción andaluza dado el enconado conflicto que mantiene con la federación madrileña, según han reconocido a Europa Press miembros de la organización.
Los estatutos de IU establecen que su candidato a la Presidencia del Gobierno encabezará la candidatura al Congreso de la circunscripción de Madrid, y así ha sido tradicionalmente, pero incluyen una coletilla --"salvo que expresamente se acuerde otra propuesta"-- que permitiría solventar la situación si el conflicto entre la dirección federal y la madrileña no mejora en los próximos meses.
El último exponente de esta crisis es la elaboración de las candidaturas a la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital, que han terminado con la salida de IU de los dos candidatos que ganaron las primarias, Tania Sánchez y Mauricio Valiente, próximos a Garzón.
Sin embargo, el conflicto viene de lejos y llegó a su punto álgido con el caso de las 'tarjetas b' de Caja Madrid, que afectó a varios consejeros nombrados por IU, aunque ya fuera de la organización. Más allá de las responsabilidades penales en investigación en la Audiencia Nacional, IU Federal exigió la adopción de responsabilidades políticas que recayeron en los portavoces en la Asamblea y el Ayuntamiento, Gregorio Gordo y Ángel Pérez, a los que se pidió su dimisión como coordinadores regionales cuando se tomaron decisiones sobre la entidad financiera.
Pese a ello, Gordo y Pérez se negaron a dimitir --formalmente pusieron sus cargos a disposición de sus grupos parlamentarios, que rechazaron su baja--. Esto motivó que IU Federal acordara su expulsión de la organización "por falta muy grave".
Tras esta decisión, Garzón se convirtió en el objeto principal de sus críticas: Ángel Pérez le acusó de mentir "como un bellaco, políticamente hablando" y añadió que sería él, siguiendo su código, el que "debería irse" por no enterarse de la situación de la salida a Bolsa de Bankia aún estando en la comisión de Economía del Congreso.
Toda esta secuencia hace que la relación de Garzón con la dirección de Madrid sea tensa y distante y podría generar un nuevo conflicto en el momento de elaboración de las candidaturas para las elecciones generales.
LAS FEDERACIONES ELABORAN LAS LISTAS
Los estatutos de IU señalan que corresponde al Consejo Político Federal establecer los criterios para la composición de las listas y, después, estará en manos de las federaciones la elaboración y aprobación de la candidatura de cada circunscripción, que deberá de nuevo ser ratificada por el Consejo Político Federal.
Si se mantiene la situación actual, el acuerdo entre las direcciones federal y regional podría ser difícil, lo que hace que IU no descarte la posibilidad de que Garzón encabece la candidatura de alguna circunscripción andaluza, que serían Málaga o Sevilla.
Precisamente, Garzón es diputado en el Congreso durante la actual legislatura por la provincia de Málaga y en IU consideran que su imagen es apreciada en la comunidad autónoma y tendría buena acogida como 'cabeza de cartel'.
Esta opción se planteó abiertamente durante la última reunión de la Presidencia Federal. En una nueva edición del enfrentamiento con la dirección de Madrid, algunos de sus representantes ya avisaron a Garzón de que no estarían dispuestos a que encabezara su candidatura si no cambiaba su actitud.
DIFICULTAD PARA CONSEGUIR ESCAÑO
El problema de esta situación es que Madrid es la circunscripción en la que IU tendría más asegurado el escaño. Por ejemplo, en el año 2008, la organización sólo logró dos diputados, que fueron su candidato, Gaspar Llamazares, por Madrid y el representante de ICV por Barcelona.
Pese a ello, en IU creen que Garzón no tendría problema en salir elegido por una provincia andaluza, aunque la decisión no está tomada y sólo se adoptaría en caso de no haber otra solución. Según argumentan, la irrupción de nuevos partidos y la mayor fragmentación del voto jugaría a su favor porque reduciría el porcentaje necesario para conseguir un escaño.
En las últimas elecciones autonómicas andaluzas, IU logró una media del 6,89 por ciento de los votos, aunque este porcentaje subió al 7,37 por ciento en el caso de Málaga y el 7,02 por ciento en Sevilla. La formación calificó de malos estos resultados, que les llevaron a pasar de 12 a 5 diputados, pero sin embargo mantuvieron el grupo parlamentario y resistieron a la irrupción de Podemos y Ciudadanos.
En IU no ven de forma pesimista las próximas citas electorales. Asumen que la aparición del partido de Pablo Iglesias les pasará factura, pero advierten una remontada desde lo que les pronosticaban las encuestas hace unos meses y ven posible mantener su presencia institucional.