La llegada de la primavera hace de Andalucía un destino especialmente atractivo, no sólo por los innumerables rincones en los que poder perderse en una escapada de fin de semana, por ejemplo, sino también por que se abre un calendario casi infinito de tradiciones populares en las que se vuelcan pueblos y ciudades de una forma muy singular.
El color y el olor de la primavera llenan todos los rincones de Andalucía. Comienza una época del año en la que se encalan fachadas, las flores inundan las calles y el olor a azahar y jazmín se abre paso en su florecer. Es uno de los momentos del año más recomendables para recorrer la decena de rutas de pueblos blancos que salpican nuestra geografía: la alpujarra granadina o almeriense, las sierras de Grazalema o la Axarquía malagueña, son buena muestra del abanico de destinos a elegir.
Pero si hay algo que caracteriza a esta época es el inicio de las ferias y fiestas populares, de arraigada tradición y de enorme atractivo para el visitante. Es la localidad sevillana de Mairena del Alcor la que inicia, el 16 de abril, la primer feria de Andalucía con su tradicional “pescaíto” y la que da paso a un sinfín de festividades similares hasta más allá de septiembre. Religiosas o paganas, vinculadas a patronas o santos, relacionadas con la siembra o la siega, con el vino o con el ganado, el origen de cada una la hace más especial aún si cabe.
Tras la de Mairena, llega la de Sevilla, quizás la más internacional y de mayor dimensión de todas. El lunes 20 de abril, con el encendido del “alumbrao”, 1,2 millones de metros cuadrados del Real de Los Remedios se transformarán en una ciudad con vida propia, en la que las casetas se convierten en el eje del día y la noche del sevillano; en las que se disfruta de la familia, de los amigos, del buen comer y del buen beber, además del cante y el baile.
Bombillas y farolillos engalanan un Real con calles con nombres de figuras del toreo, en las que destacan el paseo de caballos y carruajes, que invita a disfrutar de la Real Maestranza, uno de los cosos taurinos más antiguos del país y donde abrir la Puerta del Príncipe supone entrar a formar parte de la historia del mundo de los toros.
Esta feria sólo es preludio de muchas fiestas de gran tradición: los Patios de Córdoba, la Romería de El Rocío, la Feria de Jerez, las Cruces de Mayo y el Corpus son algunos de los eventos marcados en rojo en el calendario del visitante.
Turismo de interior y naturaleza
Pero además de las fiestas, Andalucía brinda en esta época del año su mejor oferta de turismo interior y de naturaleza, con parques naturales como Doñana, Sierra Nevada, Cazorla y Grazalema, que en primavera se encuentran en todo su esplendor, y una red de ciudades monumentales a disposición del visitante.
Si se decide por Doñana, además de recorrer las playas de Matalascañas o Mazagón a caballo, tendrá la oportunidad de visitar en una de las épocas más hermosas el Palacio del Acebrón, un palacete escondido entre senderos, pinos, acebuches y alcornoques que le dejará enamorado; pero si opta por Grazalema, utilice esa maravillosa localidad blanca como punto de partida para recorrer la comarca, un pueblo en el que le sorprenderán sus calles estrechas y empedradas cubiertas por los geranios y buganvillas que cuelgan de sus balcones, respirando la tranquilidad que caracteriza a la localidad.
Interesante en esta época del año es descubrir los secretos naturales del interior de Andalucía, que además se ubican en localidades de enorme atractivo. Destacamos de todas las existentes dos, la Cueva de Nerja, conocida como la Catedral de la Costa del Sol, que ofrece visitas guiadas para disfrutar de sus salas de 40 metros de altura y de su silencio entre formaciones rocosas de 200 millones de años, y la Gruta de las Maravillas, en Aracena, 1.200 metros de galería subterránea dividida en tres niveles superpuestos de caminos envueltos de formaciones calizas impresionantes que dejan a todos los visitantes con la boca abierta.
Red de Ciudades Medias
Las buenas temperaturas también son un aliciente para recorrer la extensa variedad de ciudades que existe en Andalucía, en una época en la que muchas de ellas brillan con luz propia. En esta ocasión le invitamos a diseñar su propio viaje por la Red de Ciudades Medias del Centro de Andalucía: Alcalá la Real, Antequera, Écija, Estepa, Loja y Lucena, que abarcan las provincias de Córdoba, Granada, Jaén, Málaga y Sevilla, localidades que han jugado un papel destacado en la historia de Andalucía.
Con una ubicación estratégica, culturas milenarias han impregnado intensamente sus rincones, por lo que poseen un patrimonio monumental de gran valor artístico. Alcazabas donde la magia del pasado todavía se puede respirar; exuberantes iglesias barrocas por descubrir; bellos barrios repletos de arquitectura popular; conventos donde hallar dulces con sabores celestiales, restos de las civilizaciones más primitivas y tradiciones arraigadas de gran plasticidad son algunos de los atractivos que les ofrecen.
La Virgen de la Cabeza, la romería más antigua
La Romería de la Virgen de la Cabeza, la más antigua de cuantas tienen lugar en España y declarada de Interés Turístico Nacional, se celebra en la localidad jiennense de Andújar el último domingo de abril.
Según la tradición, en la noche del 11 al 12 del mes de agosto de 1227 un pastor de Colomera (Granada) encontró una imagen de la Virgen de la Cabeza en la sierra, en el término municipal de Andújar. Dicha imagen se trasladó a la Iglesia de Santa María la Mayor, donde quedó guardada y se le empezó a rendir culto.
Sin embargo, la leyenda cuenta que la intención de la Virgen era que el pueblo le edificara una ermita en el cerro donde apareció, por lo que en varias ocasiones desapareció de la Iglesia y fue hallada de nuevo en el mismo lugar.
En años posteriores a la aparición se crearon cofradías por toda Andalucía y Castilla-La Mancha, para más adelante hacerlo también en Castilla-León, Cataluña, Levante, Aragón e Hispanoamérica.
La Romería de la Virgen de la Cabeza se desarrolla en plena Sierra Morena y constituye una impresionante manifestación de fervor mariano, adornada con el colorido de los estandartes y banderas de cada una de las cofradías que vienen de toda España.
La eclosión floral de la primavera sirve de marco al ir y venir por los caminos de la sierra. Los romeros a pie, caballo, en mulos o en carretas, manifiestan una expansión festiva, pero de honda y sincera devoción, haciendo de la convivencia su mejor forma de oración.
La romería, que dio comienzo en el siglo XIII, se inicia con el desfile de la cofradía de Andújar por las calles de la ciudad. A continuación los romeros recorrerán, a pie, caballo, en mulos o en carretas los 24 kilómetros del camino, que se inicia en la Campiña y finaliza en El Cabezo.
Al amanecer del domingo se espera el momento culminante de la solemne procesión. Las cofradías de Colomera y Andújar presiden la misa a media mañana y tras entonar una Salve se procede al traslado de la Virgen desde su trono en el camarín hasta sus andas, entre una masa eufórica que se abalanza sobre ella.
A lo largo de la calzada que han formado previamente todas las cofradías, multitud de devotos se agolpan hacia las andas con la imagen, que comienza a recorrer las calzadas del cerro.
Dos religiosos situados a ambos lados de la Virgen acercan al manto los niños, prendas y objetos que les entregan los romeros para ser bendecidos, en un recorrido que suele durar cuatro horas hasta la vuelta al camarín.