El Ministerio de Fomento espera sacar hasta 9 millones de vehículos pesados cada año de las carreteras convencionales españolas con su plan para obligarles a circular por autopistas de peaje paralelas a cambio de bonificar hasta la mitad del coste.
Así lo señaló hace unos días el secretario general de Infraestructuras, Manuel Niño, ante la Comisión de Fomento del Congreso, cuando la portavoz parlamentaria del BNG, Olaia Fernández Davila, le pidió más detalles sobre la propuesta ministerial.
Niño recordó que entre Maçanet y la frontera francesa en la AP-7 se puso en marcha en abril de 2013 una experiencia piloto de este tipo que ha resultado "muy positiva", ya que ha conseguido que 1,9 millones de vehículos pesados --"2.900 camiones al día"-- salieran de la Nacional II y circularan por la carretera de peaje.
"Si se llevase a cabo en su conjunto la propuesta del plan que hemos elaborado estaríamos desviando anualmente de las carreteras convencionales 9 millones de vehículos pesados, que es una cifra muy importante", apostilló el secretario general de Infraestructuras.
MÚLTIPLES VENTAJAS
Además, subrayó que las ventajas de esta iniciativa no serán sólo en materia de seguridad, sino que también habrá importantes ahorros para los transportistas, que deben calcularse teniendo en cuenta "no solamente el coste del peaje y del carburante, sino también el tiempo de viaje, que claramente disminuye" al ir por vías más rápidas y con menos tráfico.
"Niego totalmente que (esta medida) sirva para incrementar la recaudación de los concesionarios de autopistas, porque se llevará a cabo normalmente en autopistas ya maduras", precisó Niño, subrayando además que ya el año pasado el tráfico por las vías de pago, sobre todo de vehículos pasados, aumentó casi un 7%.
Por último, Niño recordó que la idea es aplicar descuentos del 50% a los vehículos pesados que circulen por las autopistas de peaje en lugar de por las vías convencionales, y del 35% para aquéllos que decidan hacer todo el itinerario por las vías de peaje para "evitar que tengan que entrar y salir" cuando ya circulan por ellas pero quieran beneficiarse de la bonificación.
Además, el responsable de Infraestructuras aseguró que Fomento está negociando con el Ministerio del Interior y las consejerías de las comunidades autónomas con competencias en carreteras para "aplicar la medida de manera coordinada", y que su intención es llegar a un acuerdo con el sector profesional de transporte por carretera antes de que entre en vigor el plan.
OBLIGATORIO ANTES DEL VERANO
Fomento pretende implantar este plan, de manera gradual, a partir de este segundo trimestre del año, siempre que cuente con un acuerdo con el sector. De este modo, ya antes del verano los camiones de gran tonelaje (de cuatro o más ejes) deberán circular por autopistas en vez de por las carreteras nacionales en los tramos en los que estas vías presenten una mayor congestión y siempre que cuenten con una vía alternativa de pago.
Los tramos de autopistas por la que estarán obligados a circular los grandes camiones suman una longitud de 1.360 kilómetros de vías de pago, la mitad de los 2.500 kilómetros que actualmente suma la red de autopistas.
El 'mapa' de tramos incluye distintos trazados de las autopistas AP-6, AP-61, AP-51, AP-4, AP-2, AP-7, AP-2, AP-1, AP-9, AP-68, AP-53 y AP-66. Entre ellas no figura ninguna de las vías de pago que actualmente están en quiebra y que el Gobierno pretende fusionar en una nueva empresa nacional de autopistas.
Estos tramos obligatorios para camiones de gran tonelaje se reparten por el centro peninsular (en la conexión Madrid, Segovia y Ávila), por el Sur (entre Sevilla y Cádiz), por el arco Mediterráneo, por la zona de Burgos, La Rioja y Aragón, y por la de León y Galicia.
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