El presidente de Ciudadanos (C's), Albert Rivera, y el candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Marín, han aludido a las encuestas que "no ponen en duda ya si Ciudadanos entrará en el Parlamento, sino que empiezan a preguntarse si va a gobernar o no en Andalucía", al tiempo que han coincidido en advertir "a quienes llevan imputados en sus listas" que "no se molesten en descolgar el teléfono y llamarnos el día 23".
En un acto público celebrado en Cádiz, Rivera se ha mostrado convencido de que C's superará incluso los resultados que indican las encuestas "que algunos no quieren ni leer", y también de que será "la gran sorpresa" y "el susto para algunos" de la noche electoral, ya que, "cuanto más nos conocen más nos votan, a diferencia de lo que le ocurre a otros partidos", apostilla.
En clave irónica, el dirigente de C's ha lanzado un "aviso para gobernantes" incidiendo en la idea de que hay que "marcar una gran línea roja entre la democracia y la corrupción", por lo que "los imputados no pueden estar sentados en un escaño o en una concejalía". Por ello, Ciudadanos pactará "con quien esté de acuerdo" y, en caso contrario, estarán "encantados de hacer oposición" con el objetivo de que "los españoles recuperen la confianza en las instituciones".
Asegura el líder de Ciudadanos que "Andalucía es punta de lanza del cambio que se va a producir en España" para "devolver el poder a los ciudadanos". Rivera ha querido recordar a quienes "han confundido su partido con la Junta" que "la Junta de Andalucía es de los andaluces, y se la vamos a devolver".
Augura que su formación política será "decisiva" en la comunidad andaluza y confía en que, tras el 22 de marzo, la Junta de Andalucía esté gobernada "por alguien más humilde, menos corrupto, más decente" y que no pierda la capacidad de "hacer autocrítica".
En este sentido, apunta que las familias, los empresarios y autónomos "han tenido que hacer autocrítica por narices" y hacer sacrificios a causa de la crisis, subrayando que "los únicos que no la han hecho son los que han arruinado a este país, los que se han ido con pensiones vitalicias, asaltando las cajas de ahorro y los que llevan 25 años sentados en los sillones encantados de conocerse y buscando culpas en los demás".
Sostiene que Ciudadanos "no es un partido, sino un proyecto político para todos los españoles" y que pretende dar respuesta a los principales problemas de la ciudadanía, entre los que destaca "el paro, la corrupción, la desesperanza y la falta de credibilidad en las instituciones".
Argumenta que C's ha conseguido cambiar eso "antes de entrar en las instituciones, y ahora toca hacerlo desde ellas", "hacer normal en las instituciones lo que es normal en la calle".
Considera "sano" que concurran más partidos a las elecciones además de PP y PSOE, con lo que "ya no vale esperar a que el otro lo haga mal para gobernar, para gobernar ahora va a haber que hacerlo bien".
Defiende Rivera que Ciudadanos es "el cambio sensato", resaltando que quieren hacer "un cambio profundo, pero no romper nada" como pretenden "los separatistas" que "nunca estarán satisfechos".
Garantiza que C's no pretende "pintar de naranja" las instituciones como entiende que hacen PP y PSOE, insistiendo en que las instituciones "son de los ciudadanos" y en que su pretensión es "servir, no perpetuarnos".
"NO HACE FALTA SENTARSE EN UN SILLÓN PARA GOBERNAR"
Marín, por su parte, también ha aludido a los resultados de las encuestas que apuntan al auge de Ciudadanos y ha asegurado que no pactarán con partidos que lleven imputados en sus listas para acceder al Gobierno, ya que "hay muchas formas de gobernar. No hace falta estar en los sillones u ocupando cargos públicos, sólo hace falta estar en las instituciones planteando propuestas y reformas".
Ha resaltado que Ciudadanos "no es un partido de confrontación" y que fundamenta su programa electoral en tres ejes fundamentales: la lucha contra el desempleo, la apuesta por la reactivación económica y la lucha contra la corrupción.
Esas líneas provienen de haberle "tomado el pulso a los ciudadanos" y pretenden materializarlas a través de medidas "sensatas y viables" que otros partidos "nos están copiando", a lo que Marín da la bienvenida.
"Estamos aquí para devolver Andalucía a los andaluces. Andalucía no es de ningún partido, por mucho que quieran envolverse en la bandera", enfatiza. El candidato ha aludido a los problemas que tiene la comunidad andaluza como el paro o la corrupción, si bien también destaca sus "enormes potencialidades". Por ello, entiende que lo que "falla" es que Andalucía necesita "gobernantes que la quieran, que la sientan y que sean capaces de hacer lo que se espera de ellos en cada momento".
Entiende que los andaluces están "cansados de políticos que los ignoran" y asegura que Ciudadanos "tiene mucho que ofrecer" a través de propuestas que no son "fantásticas" ni "revolucionarias", sino "de sentido común" y que tratan "sobre lo importante".
Entre otras, cita un pacto contra la corrupción, la reforma de la Ley electoral para que haya listas abiertas y los españoles elijan verdaderamente a sus gobernantes, así como medidas y programas para la reactivación económica y la generación de empleo.
Finalmente, ha pedido a los andaluces "confianza" en el proyecto político que representa Ciudadanos, garantizando que "no vamos a fallarles ahora y tampoco en las municipales", de manera que "Andalucía se va a teñir de naranja, aunque a algunos no les guste".