Insostenibles

La frasesita de marras, traducida del lenguaje de doble filo de la derecha a lo que el común entendemos, quiere decir que van a cargarse una nueva apuesta pública española al alcance de todos (más o menos), y que ofrece oportunidades a quien menos recursos tienen

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Otra vuelta de tuerca para al final, continuar yendo contra los mismos. Contra los que menos tienen, contra el pueblo. Primero, malvendieron la Sanidad,  después, han dinamitado la educación publica, a la que han ido dejando con menos recursos humanos y económicos, con muchas menos becas, con leyes retrogradas, y ahora, le toca el turno a la Universidad pública. La secretaria de Estado de ¿Educación? y universidades, Montserrat Gomendio, (quédense con el nombre, pero no olviden de qué partido es y por quién gobierna), afirma que el sistema universitario español no es sostenible y que habrá que iniciar en algún momento el debate sobre qué tipo de sistema queremos, como si no llevaran tres años dejándolo suficientemente claro. La frasesita de marras, traducida del lenguaje de doble filo de la derecha a lo que el común entendemos, quiere decir que van a cargarse una nueva apuesta pública española al alcance de todos (más o menos), y que ofrece oportunidades a quien menos recursos tienen, para privatizar y que sus amigos de nuevo (como en la sanidad pepera de Madrid sin ir más lejos), hagan caja con otra aspiración esencial de las familias. Lo había anticipado el ministro Wert (que va camino de convertirse en el peor ministro de todos los tiempos, como su jefe es ya el peor presidente del Gobierno de la Democracia), con el tres más dos en los estudios universitarios (que parece el anuncio de un hipermercado pero a la  inversa: pague tres y lleve dos),  y ahora llega la puntilla. Ya se sabe que hasta Aznar ha entrado en el negocio de la impartición de másteres. Parece que ahora, es malo que se tenga en España una de las mayores tasas de acceso a la universidad de Europa, ahí queda eso,  cuando se ha criticado el alto índice de carencias en el aprendizaje de nuestros estudiantes de Primaria y Secundaria como arma arrojadiza contra anteriores gobiernos. Lo mismo molesta que quien estudia, tiene (al menos en teoría y a pesar de la reforma laboral pepera) derecho a exigir más sueldo y mejores condiciones laborales, y eso no interesa ni aquí ni a nuestros ‘aliados’ del norte de Europa, a los que parece que tenemos que salir todavía más baratos para que ellos sigan con el pie en nuestro cuello. Señora Gomendio de mis entrañas, no diga que la Universidad pública es insostenible mientras siga siéndolo que diputados que tienen piso o pisos en Madrid cobren dietas de 1.800 euros el mes por vivienda, mientras sus señorías con dos legislaturas reciban la pensión máxima y viajen en primera, mientras que se mantenga la pléyade de cargos de confianza y asesores o las puertas giratorias.

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