El presidente del TSJA, Augusto Méndez de Lugo, consideró ayer "necesario, fundamental y básico" un pacto entre todas las fuerzas políticas para que "el Gobierno que suceda al actual y el que suceda al que le suceda" no afronte reformas judiciales que dejen sin efecto las que se hayan acometido antes.
El responsable del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía aseguró que la reforma de la administración de justicia "no es problema de una legislatura, sino de dos o tres" ya que las modificaciones son difíciles de implantar debido a que los propios jueces son "reacios" a un cambio "brusco".
Asimismo, recordó que esta transformación no puede hacerse "de una sola vez" y que debe concebirse en beneficio de la ciudadanía y no de un Gobierno en concreto, por lo que las medidas deben dotarse de continuidad y planificarse en conjunto, "sin que los programas electorales las utilicen como un mero reclamo".
En este sentido, Méndez de Lugo aseveró que el modelo de Justicia actual está "trasnochado y seriamente deteriorado", por lo que necesita de una reforma "no con tratamientos paliativos sino desde los cimientos de la mismo organización".
Entre las medidas para instaurar este "nuevo modelo", el responsable del TSJA aboga por mejorar la provisión de los puestos de trabajo para dar rapidez a la cobertura de bajas, potenciar la creación de unidades procesales más grandes y flexibles, la informatización o el expediente digital único, entre otras.
A su juicio, los problemas de planta judicial no se solucionan con la creación "desaforada" de órganos judiciales sino con un estudio de la plantilla actual para concretar dónde se encuentran las necesidades, por lo que ha descartado "crecer por crecer".
Incorporar a los "jueces flotantes"
En esta línea, Méndez de Lugo apostó por los jueces de adscripción territorial, conocidos como "jueces volantes", que estarían a disposición de cada Tribunal Superior de Justicia para cubrir bajas, licencias o permisos prolongados de forma temporal hasta que sus titulares se reincorporaran.
Además, defendió un modelo de proceso "con más presencia del juez" y más activa en las fases cruciales gracias a la implantación plena de los principios de "oralidad y concentración" para garantizar el "contacto estrecho" del juez con las partes.
El presidente del TSJA criticó que la administración de justicia no "autocontrole" la "avalancha de asuntos que no debieron entrar nunca" en la vía de lo contencioso-administrativo, en la que se aglutinan un gran número de procesos "nimios" que, pese a serlo, requieren una solución.
"Hay que reformar el proceso administrativo de la ley para, sin limitar el acceso, acotar los recursos ya que hay asuntos que no tienen por qué soportar una doble instancia y que deberían fenecer en la primera", manifestó Méndez de Lugo, para quien la solución pasaría por potenciar la resolución extrajudicial de conflictos.
Por eso, consideró que acudir a los órganos judiciales deber ser el "último escalón" al que dirigirse para resolver un conflicto ya que "no todo es judiciable".
Respecto a la incorporación de Begoña Álvarez como titular de la Consejería de Justicia de la Junta, el presidente del TSJA dijo que este cambio no tiene por qué modificar las reformas que tiene previsto impulsar la administración andaluza al tratarse de una persona que "conoce la Justicia, sus problemas y sus posibles soluciones".