Las energías renovables atraviesan por una etapa especialmente adversa. Y el sector eólico es uno de los más afectados. La inseguridad jurídica que provocó la nueva reforma energética y el recorte de ingresos e inversiones de los últimos años ha provocado incluso que el pasado ejercicio se constituyese como el peor de su historia. Así lo denuncian los principales agentes del sector eólico, que ven complicado a este ritmo alcanzar los objetivos planteados por la Unión Europea para 2020.
A pesar de esta difícil coyuntura, la eólica se situó en 2014 en España como la segunda tecnología del sistema eléctrico, con una generación de 51.138 GWh y una cobertura de la demanda eléctrica del 20,4%, según datos provisionales de Red Eléctrica de España (REE). Más de 20.000 personas trabajan en este sector; exporta tecnología por valor de unos 2.000 millones de euros al año; invierte en I+D alrededor de 85,5 millones de euros anuales; y aporta directa e indirectamente 2.623 millones de euros al PIB en el que representa el 0,24%.
Por su parte, según los datos estadísticos de la Asociación Europea de Energía (EWEA), España es el segundo país de Europa con mayor potencia eólica instalada, con un total de 22.986,5 megavatios (MW) a cierre de 2014, pero se situó el año pasado a la cola en cuanto a la aportación de nuevas instalaciones, con un total de 27,5 MW nuevos, el menor incremento de los últimos 20 años.
Otro problema con el que se ha topado el sector ha sido el recorte de ingresos. Las cifras definitivas de 2014 confirman una de las advertencias de la Asociación Empresarial Eólica (AEE): que el eólico iba a ser el sector más perjudicado por la Reforma Energética. El recorte total de ingresos sufrido por el sector en el año alcanzó los 1.063 millones de euros, un 27% (incluidos los incentivos, los ingresos en el mercado y el impuesto del 7%).
En Andalucía existe la misma preocupación. En total existen 148 parques eólicos, con 3.323,55 MW instalados, que tienen la capacidad de generar durante un año la electricidad que consumen 1.300.000 viviendas. Además cuenta también con 0,23 MW de instalaciones minieólicas.
El Ibex se instala en los 10.500
La bolsa española no termina de abandonar un territorio de confort, que en el caso del Ibex 35 se refleja en el entorno de los 10.500 puntos. Los inversores, tanto los minoristas y pequeños accionistas como los grandes fondos internacionales, siguen manteniendo una expectativa alta respecto a las incertidumbres del mercado en muy corto plazo de tiempo.
La crisis griega amenaza todavía la recuperación de la confianza en el nuevo gobierno heleno y las serias dudas que se plantean para la devolución de su deuda pública. En los últimos días este hecho ha sido foco de atención, incluso se ha contemplado seriamente la salida de Grecia de la moneda única del euro.
Por otro lado, la crisis bélica en Ucrania ha estado a punto de provocar una mayor alarma internacional, y los analistas internacionales temían por una reactivación de un conflito mayor.
Con estos dos escenarios internacionales, la bolsa española tratará de recuperar los 11.000 puntos que se perdieron hace dos meses.