Cáncer, maldita enfermedad

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Se está celebrando la semana contra el cáncer. También se celebró el día contra el cáncer. Siempre hay un día contra o a favor de algo. Esta es una enfermedad que siempre nos hace preguntarnos cómo somo capaces de subir a la luna o tener misiles que apuntan desde un país a otro y dan en el objetivo, y no  han logrado descubrir como vencer esta maldita enfermedad. Ciencia sin conciencia es la ruina del alma. Pero no somo capaces de parar el cáncer con la sabiduría y los conocimientos. Quizá la ciencia humana consiste más en destruir errores que en descubrir verdades. No empleamos nuestra energía creadora y nuestros recursos como deberíamos,  en objetivos constructivos.
Seamos positivos en cierta medida, si es que se puede dar optimismo a una persona que en plena juventud le dicen que tiene un cáncer. Hay que ser profundo, con claridad y no con palabras oscuras. Me decía un amigo con cáncer que es digno de estudio como le está ganando la partida a esa maldita enfermedad, que es preciso saber lo que se quiere cuándo se quiere, hay que tener el valor de decirlo y cuando se dice, es menester el coraje de realizarlo, de vivir la vida. Él que tiene un buen carácter pese a su maldita enfermedad, es digno de ser querido. Siempre ha dicho que el talento se cultiva en soledad, el carácter se forma en las tempestuosas oleadas del mundo y su mayor victoria sobre la maldita enfermedad está en vencerse a Sí mismo. En los ojos de esos enfermos de cáncer que conocemos podemos ver la pena de su corazón que se ha convertido en paz, como el atardecer entre los árboles silenciosos. Siempre nos queda en nuestro archivo mental su alegría - que tenía antes - que es el ingrediente principal en el compuesto de la salud. El hombre es mortal por sus temores e inmortal por sus deseos. Y el anhelo máximo de mi amigo es, como debe ser para todos, el de vivir. Los deseos de nuestra vida forman una cadena cuyos eslabones son las esperanzas. Jamás cambiare este concepto de vida desde que nací pienso así. Y permítanme dar un consejo que dirán ustedes que es fácil hablar sin tener esta maldita enfermedad, intentemos entre todos ser felices, para ello debemos  aprender a ignorar muchas cosas. Ánimo y adelante si podemos, en Jaén tenemos muy buenos profesionales de la medicina desde oncólogos, ats, auxiliares de clínica, celadores que ayudan día a día a ganarle la batalla a esta enfermedad.

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