Nadal ganó por 6-3 y 6-2 simplemente porque está a otro nivel que el resto, especialmente en tierra batida. Da igual si ayer no firmó un gran tenis para salir adelante frente a un voluntarioso rival, que le puso en aprietos en el primer set, pero que levantó bandera blanca en cuanto no pudo aprovechar sus ocasiones.
El mallorquín, el número uno mundial, jugará su quinta final de la temporada, después de sus triunfos en el Abierto de Australia, en Indian Wells y Montecarlo; y su único traspié en Rotterdam, donde cayó a manos del talento emergente del escocés Andy Murray.
A pesar de que se sintió molesto por las condiciones meteorológicas adversas, el viento cambiante que se mostró en las pistas del Tenis Barcelona durante toda la tierra, el número uno del tenis mundial Rafa Nadal se impuso por mentalidad, por físico y por juego.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es