Un total de 26 personas han fallecido a lo largo de 2014 en incendios registrados en viviendas en Andalucía, con algunos sucesos especialmente trágicos como el que tuvo lugar en noviembre y en el que fallecieron cuatro miembros de la misma familia, un matrimonio y dos nietos, en Arahal (Sevilla).
En los últimos días del año ha habido un triste reguero de fallecimientos del último mes, el del escritor Rafal de Cózar en su casa de Bormujos (Sevilla), el de una mujer en Punta Umbría o el acaecido ayer mismo en Granada capital, donde murió un hombre y tres resultaron intoxicados por la mala combustión de una chimenea.
Tras el día de Navidad, una mujer, de 35 años, y su hijo, de tres, murieron en el incendio de su casa en Córdoba capital. Otras cuatro personas, dos de ellas menores, resultaron heridas de diversa consideración en el suceso, que se cree que pudo originarse por un brasero eléctrico que pudo quedarse encendido y haber prendido la falda de la mesa camilla.
Sevilla ha sido la provincia con más víctimas mortales en incendios en viviendas y, según el recuento elaborado por Europa Press, el de Arahal fue el siniestro con más muertos, dos ancianos de 70 y 72 años y su nieto de once fallecieron el día del incendio a cuenta de la inhalación de humo y la consecuente intoxicación por monóxido de carbono; mientras que otro nieto, de 18, sufrió una parada cardiaca y murió dos días después.
El incendio ocurrió el 13 de noviembre, una jornada especialmente trágica ya que ese mismo día un anciano de 86 años también murió por el fuego declarado en una vivienda en el municipio sevillano de Alcalá de Guadaíra en el que varias personas más se vieron afectas por inhalación de humo.
La mayoría de los fallecidos en los incendios registrados a lo largo de este año han sido personas mayores pero en Dos Hermanas hubo en mayo un incendio que se saldó con la muerte de dos niños, una de 6 años un bebé de doce meses.
Otro trágico registro que, si bien se creyó en un momento que había sido consecuencia de un accidente fortuito por un cortocircuito, desembocó después en que el juez ordenó el internamiento de un menor, de 15 años, como presunto autor del incendio. Reconoció ante el juez haber provocado el fuego con aguarrás.
Entre los incendios con más víctimas mortales también se encuentra otro que ocurrió en una urbanización en Ogíjares (Granada), en marzo, donde fallecieron una mujer de 70 años y, horas después, su madre, de 100 años y que inicialmente había sido rescatada por un policía local y un guardia civil desplazados al lugar, si bien las lesiones que presentaba provocaron que no resistiera a lo ocurrido.
En el suceso también resultaron heridas otras tres personas, un vecino que había entrado en la casa para intentar rescatar a las víctimas, y un policía, por inhalación de humo, y la hija y nieta de las fallecidas, que ha tenido que ser atendida por un ataque de ansiedad.
Un padre y su hija de 17 años también perdieron la vida en el incendio de un cortijo en Cumbres de San Bartolomé (Huelva), en agosto. Ambos estaban realizando labores de limpieza dentro de la construcción cuando se desató el incendio.
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