La Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía ha invertido 3,7 millones de euros en la adaptación a la normativa vigente del tamaño y forma de los elementos reductores de velocidad existentes en la red de carreteras de la comunidad autónoma, lo que ha supuesto actuar sobre 1.500 puntos, la mayoría de ellos localizados en travesías de municipios, entre los que se encontraban reductores trapezoidales, lomos de asno y bandas de alerta.
En una nota, la Consejería del ramo ha explicado que Andalucía ha completado con estas actuaciones la modificación de estos reductores de velocidad, que deben cumplir con una serie de requisitos de tamaño y forma que los hagan funcionales y, a la vez, seguros y cómodos para la conducción, según establece la orden estatal de 2008.
Cabe recordar que los elementos reductores de velocidad son dispositivos colocados sobre la superficie de rodadura de la carretera para mantener unas velocidades de circulación reducidas a lo largo de ciertos tramos de una vía. Así, están situados principalmente en las travesías de los municipios, allí donde es conveniente conducir con una velocidad limitada de entre 30 y 50 kilómetros por hora, según cada caso.
De este modo, los reductores han sido adaptados en cuanto a su geometría, señalización vertical, señalización horizontal, mejora del drenaje y otras consideraciones. Además, se ha prestado especial interés en la conexión de los reductores de velocidad con la acera, de forma que faciliten los desplazamientos y el cruce de la calle a personas con movilidad reducida.
La intervención se ha desarrollado en más de 800 puntos con reductores de velocidad trapezoidales --sección transversal trapezoidal en paso peatonal sobreelevado, ejecutados 'in situ'--, más de 150 puntos con forma de lomos de asno --sección transversal de segmento circular, prefabricados-- y en 540 puntos con bandas de alert, denominadas también bandas sonoras.
En el caso de los reductores trapezoidales, la adaptación a la normativa estatal ha supuesto la demolición del firme para la posterior reposición del paso peatonal con las dimensiones permitidas. También en algunos casos en los que el reductor sí tenía las dimensiones oportunas, se ha tenido que adaptar la señalización horizontal, repintando el paso peatonal, y vertical, colocando las señales descritas en la ley.
Algunas travesías andaluzas presentaban reductores con forma de lomo de asno que no cumplían las dimensiones geométricas establecidas, por lo que han sido retirados y en su lugar se han colocado unos nuevos prefabricados. En estos casos, también se ha adaptado la señalización horizontal y vertical.
Por razones de seguridad vial, en tramos de carreteras con especiales circunstancias se ha puesto señalización más llamativa, como dicta la ley. Así, en los que registran una intensidad media diaria superior a 5.000 vehículos al día, una intensidad horaria punta superior a 300 vehículos por hora o con pendientes pronunciadas, se ha colocado un cartel de alto nivel de reflectancia, en el que se indica el límite de velocidad y la existencia de un próximo paso de cebra. En estos casos, la normativa no permite el reductor de velocidad elevado.
En el caso de las bandas transversales de alerta, normalmente situadas próximas a glorietas, se han retirado las que no cumplían con la normativa y se han colocado nuevas bandas.
Por provincias, Sevilla es la que ha concentrado mayores actuaciones, con 743 reductores de velocidad adaptados. Por orden decreciente, se han modificado un total de 230 reductores en la provincia de Granada; 146 reductores en la provincia de Cádiz, y un total de 105 reductores en la provincia de Málaga. A ellos se les suman 81 y 80 reductores en las provincias de Almería y Córdoba, respectivamente. Por último, se han adaptado 76 reductores en Jaén y 53 reductores en Huelva.
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