El PSOE andaluz insistió ayer en subrayar el “total” respaldo que tiene su candidato a la Presidencia de la Junta, José Antonio Griñán, y en que dará respuestas a la crisis económica, mientras el PP-A volvía a destacar que será un “presidente interino” al que no le dará los cien días de gracia -habituales en todos los Ejecutivos- por representar “más de lo mismo” y no contar con el respaldo del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
El vicesecretario general del PSOE andaluz, Luis Pizarro, volvía a insistir ayer, ante el debate de investidura de hoy de José Antonio Griñán como presidente de la Junta, que su candidato representa el "cambio", que ofrecerá respuestas a la crisis económica y cuante con el "total" respaldo del partido y de la sociedad al candidato.
"Griñán representa al cambio, mientras Javier Arenas (presidente del PP-A) es el continuismo y un candidato perdedor", acotó Pizarro, que durante parte de su comparecencia se ha detenido en defender y ensalzar la legitimidad del futuro presidente para contrarrestar al discurso del PP-A contra Griñán.
Así, esgrimió que el candidato socialista ganó las elecciones autonómicas como cabeza de lista del PSOE por la provincia de Córdoba y obtuvo "más votos" que Arenas, que se presentó por Almería, mientras destacaba la unanimidad recabada por los órganos de su partido en su apoyo, por lo que sostuvo que es una "gran mentira, como dice el PP", que su designación haya sido a dedo.
El PSOE "no es el PP", apostilló el vicesecretario general, que calificó de "ejemplar, modélico y nada fácil" el proceso de sucesión de Manuel Chaves al frente de la Junta, aunque también opinó que la reacción "poco elegante" de Arenas a la sustitución "le ha empequeñecido y supuesto una pájara" en su carrera electoral a las autonómicas de 2012.
El calendario previsto por el partido y por el Gobierno andaluz en funciones prevé que será el jueves por la tarde, tras tomar posesión por la mañana, cuando Griñán dé a conocer la constitución de su nuevo Ejecutivo, en el que algunas "quinielas" periodísticas sitúan al propio Luis Pizarro.
"Y si no nos gusta, a aguantarnos"
"No conozco si seré o no consejero", contestó ante la insistencia de los periodistas Pizarro, quien tiene claro que la responsabilidad es del próximo presidente, y que el partido será informado cuando corresponda. "Aceptaremos su decisión y si no nos gusta, a aguantarnos", acotó, aunque la dirección socialista está convencida de que Griñán "acertará" con la composición del nuevo Gobierno.
Frente a esta postura, el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, anunció ayer que no concederán los cien días de confianza al nuevo Ejecutivo andaluz que encabezará Griñán, a quien considera como un presidente "interino" que representa "más de lo mismo" y que no goza del respaldo del presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
Sanz realizaba estas declaraciones tras presentar a los medios una nueva campaña informativa de su partido que, bajo el eslogan "Mi compromiso es Andalucía. Javier Arenas", pretende convencer a los andaluces de que el presidente del PP-A no "huirá" a Madrid como, según dijo, ha hecho Manuel Chaves.
Sanz opinó que tras 30 años de gobierno socialista el nuevo ejecutivo de Griñán no se merece ni "cien días de gracia", al tiempo que aseguró que el futuro presidente está "debilitado" por su propio partido, especialmente por Rodríguez Zapatero, "que no lo quiere como candidato".
Apuntó que en el PSOE-A existe una "pelea interna sin precedentes" centrada en la composición del nuevo gobierno, señalando que la "unanimidad que intentan vender los socialistas es artificial" y demuestra que existen "síntomas claros" de un fin de ciclo en Andalucía, porque "lo antiguo y lo viejo nunca puede ser nuevo".
Por otra parte, el secretario general del PP-A no quiso desvelar el más que probable rechazo de los diputados populares a la elección de Griñán como nuevo presidente de la Junta en el debate de investidura que comienza hoy en el Parlamento argumentando que corresponde al presidente del PP-A, Javier Arenas, "decidir" sobre este asunto tras escuchar la intervención del candidato.
No discutir sobre la persona sino sobre el programa
Mientras, IULV-CA rechaza que el Debate de Investidura se convierta en una discusión sobre la persona y no sobre el contenido, por lo que, aunque prevé que votará en contra, esperará al discurso del candidato para decidir el sentido de su voto.
Así lo decidió ayer la ejecutiva de la coalición de izquierdas que aprobó con una única abstención las líneas generales que centrarán la intervención del líder andaluz de IU, Diego Valderas, en el debate.
Así, el coordinador general exigirá a Griñán que de un "giro a la izquierda" y favorezca una salida a la crisis que no perjudique a las familias, trabajadores y pymes ya que, de lo contrario, IULV-CA votarán en contra de su investidura.
IU entiende que el debate debe centrarse en el contenido y en los programas electorales y no tanto en la persona que sucederá a Manuel Chaves como presidente de la Junta.
"El debate no es si Griñán sí o no. El debate son las políticas", declararon a Efe fuentes de la coalición, quienes se muestran "escépticas" ante la posibilidad de que el nuevo presidente suponga un cambio real.