"Orgullosos de reciclar", es el nombre de la campaña puesta en marcha por la Junta de Andalucía, la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) y Ecoembes para transmitir a los ciudadanos la importancia que tiene su colaboración en el reciclado de envases y el cuidado del medio ambiente.
La campaña ha sido presentada en Sevilla en una rueda de prensa por la consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, María Jesús Serrano, acompañada del secretario general de la FAMP, Antonio Nieto, y del consejero delegado de Ecoembes, Óscar Martín.
La consejera ha recordado que el reciclaje "es la actividad más importante de la llamada economía verde en Andalucía", ya que factura unos 2.200 millones de euros y emplea a alrededor de 23.000 personas.
Serrano ha añadido que "el 10% de los contratos de empleo registrados en el sector medioambiental corresponden a ocupaciones vinculadas a la recogida de residuos y su posterior clasificación y tratamiento", según indican los informes de contratación.
Durante el 2013, se reciclaron 195.671 toneladas de envases domésticos en Andalucía, cifra que supone un aumento del 5,3% respecto al año anterior.
Estos resultados han sido posibles gracias a los 47.256 contenedores amarillos y 30.104 azules repartidos por todo el territorio andaluz, así como a las 19 plantas de selección de envases ligeros que hay en la comunidad, de las que doce son de última generación y que han permitido mejorar la eficiencia en la gestión de los residuos de envases.
La campaña presentada hoy estará presente en los principales medios de comunicación de la comunidad autónoma hasta finales de diciembre y tiene como objetivo mostrar a los ciudadanos que su papel es clave en el proceso de reciclaje y en la construcción de un futuro sostenible para el planeta.
A través de distintas imágenes que reflejan aquello de lo que los ciudadanos están "orgullosos" -paisajes, montañas, ríos, etcétera- esta acción pretende concienciar a los andaluces para que continúen reciclando y cuidando del entorno natural, con un gesto tan sencillo como separar los envases y depositarlos en el contenedor adecuado.