El gasto de las empresas andaluzas en investigación y desarrollo tecnológico supone el 33% del total frente al 56% que representa en España y al 64% de la UE.
Estos datos figuran en el Estudio sobre el Impacto Económico de la Transferencia Tecnológica en Andalucía encargado por la Escuela Andaluza de Economía de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) a Inix Asesores y presentado ayer en conferencia de prensa.
El estudio, cuyo objetivo es detectar los "puntos fuertes" y debilidades del Sistema de Innovación y conocer el comportamiento de los agentes andaluces en los procesos de transferencia tecnológica, refleja una evolución positiva de Andalucía en este ámbito, ya que se sitúa en el tercer puesto en el gasto público en I+D, con un 10,3% del total nacional, aunque en lo que respecta al gasto de las empresas queda relegada al cuarto puesto.
Según estos datos, correspondientes a 2006, las regiones que más cantidad de personal dedican al I+D son Madrid y Cataluña, que acumulan un 47%, seguidas de Andalucía, con el 11,1%.
Andalucía es también la tercera comunidad en lo relativo a la producción de documentos científicos, con un 14,6%, pero se sitúa en el décimo puesto respecto a la distribución de éstos en revistas de divulgación científica internacional.
En cuanto a las patentes, la comunidad andaluza ocupa el cuarto puesto en el número de solicitudes por millón de habitantes, con un 10,78%, pero desciende al 7,34% en lo que respecta a las licencias concedidas, que en 2007 generaron unos ingresos de 65 millones de euros.
También ha descendido el número de contratos de I+D firmados en 2007 respecto a 2006 por las universidades andaluzas, aunque el volumen económico de éstos ha aumentado hasta alcanzar los 50 millones de euros.
El informe señala como debilidades del Sistema Andaluz de Innovación las barreras tecnológicas (la tecnología no es adecuada para los problemas que se pretenden resolver); las barreras organizativas (el proceso de transferencia tecnológica no ha sido adecuadamente planificado), y las personales (existe un rechazo a las nuevas tecnologías).
Entre las conclusiones del estudio destacan que el sistema de I+D ha reforzado su papel en Andalucía, aunque su incorporación es lenta y tan sólo tiene relevancia la industria aeronáutica y espacial, por lo que se considera "vital" una mayor implicación del sector privado.
El director técnico de la Escuela Andaluza de Economía de la CEA, Manuel Ángel Martín, achacó la situación de Andalucía al hecho de que la mayoría de las empresas son pequeñas, de ahí que su organización esté haciendo "un gran esfuerzo" para hacer llegar a éstas las nuevas tecnologías.
A su juicio, las pymes son la "asignatura pendiente", por lo que el gasto debe centrarse, más que en I+D, en transferencia tecnológica.