El vicepresidente segundo de Diputación y el diputado de Planificación de Infraestructuras, Bernardo Villar y Eduardo Párraga, respectivamente, se han desplazado el punto kilométrico 6 de la carretera que comunica Olvera y Coripe (la CA-9101) para comprobar el avance de la reparación emprendida en esta vía de la red provincial. Los trabajos, adjudicados a la empresa Eiffage Infraestructuras SA, comenzaron el 26 de septiembre y se estima que concluirán antes de que finalice el presente año 2014.
Las obras han sido contratadas por un importe de 147.271 euros. Esta inversión se incluye en el Proyecto Integral de Desarrollo Local y Urbano (programa Crece), financiado con fondos europeos Feder y recursos propios del IEDT de Diputación. La reparación se rige por un proyecto redactado por personal técnico del área de Cooperación Municipal, Infraestructuras y Medio Ambiente de la institución provincial.
El temporal desatado en la provincia de Cádiz en marzo de 2013 obligó a la reparación de 56 carreteras de la red provincial. El tráfico se restableció en todas las vías salvo en la Olvera-Coripe y en el denominado Carril del Duende, a tenor de la magnitud de los daños registrados. Antes de proceder a la redacción de los proyectos para reparar estas carreteras, y su posterior licitación y contratación, Diputación encargó la realización de estudios geotécnicos, hidrológicos y de cálculo de infraestructuras para concretar la mejor solución técnica.
El punto kilométrico 6 de la carretera Olvera-Coripe se localiza junto a la confluencia de dos cauces: el río Guadalporcún y el arroyo Bermejo. En época de grandes crecidas el agua franquea los terraplenes y arrastra la calzada, tal como sucedió por última vez en marzo de 2013. En aquella ocasión el torrente se llevó por delante unos 200 metros de carretera.
Diputación, en noviembre de 2013, invirtió casi 17.000 euros en la limpieza de la zona más cercana al puente de Líjar, colocó escollera para asegurar el paso de las aguas a través de los tres muros prefabricados existentes en el kilómetro 6, además de resolver el nuevo levantamiento topográfico. Las nuevas obras, iniciadas hace un mes, restituirán el trazado que devastó el temporal.
Los operarios de la constructora ya han retirado el firme dañado y han procedido al excavado para sanear el terreno. En la zona excavada se depositan materiales de relleno como pedraplén (fragmentos compactados de roca de gran tamaño) y escollera de gran peso. También se ha instalado una nueva conducción, de 1.200 milímetros de diámetro, para mejorar el drenaje transversal de la vía.
La adjudicataria de las obras pretende concluir el relleno la próxima semana y comenzar la aplicación de las capas de material granular que compondrán el nuevo firme de la carretera. En esta intervención se contempla la colocación de espaldones con escollera de gran canto, concebidos como medio de contención frente a la crecida de las aguas. Además la calzada de este tramo se elevará en torno a un metro. La actuación concluirá con la instalación de las señales de regulación del tráfico y el pintado de la calzada.
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