El presidente del Partido Popular andaluz, Juanma Moreno, ha detallado este viernes su propuesta de reforma fiscal para Andalucía y que, en líneas generales, supondría "un ahorro de 450 millones de euros" en impuestos --a razón de unos 400 euros anuales para rentas medias y bajas--, generaría una actividad económica cercana a los 3.000 millones y podría crear en torno a 50.000 empleos en la comunidad.
Así lo ha avanzado en una rueda de prensa conjunta en Sevilla con el presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, tras mantener un encuentro con el grupo de expertos que le han ayudado a elaborar desde el pasado verano este conjunto de medidas que, según ha expuesto, son "serias, rigurosas, realistas y creíbles" y que buscan, ante todo, que Andalucía "no siga siendo la comunidad autónoma donde se pagan más impuestos del país".
Tras insistir en la "enorme vocación social" de esta reforma, que "beneficiará muy especialmente" a los bolsillos de los andaluces, impulsará el consumo y atraerá inversiones empresariales en la comunidad, Moreno ha invitado a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, a que cree una delegación en su Consejo de Gobierno para "estudiar" conjuntamente con una delegación del PP-A estas medidas "sin pensar en siglas, ni en el regate corto, ni en los votos". "Sólo en Andalucía", ha remachado.
El líder del PP-A, que ha puesto a Extremadura y al Gobierno de Monago como "la prueba más evidente de que cuando se cambian las políticas las tierras avanzan", ha detallado que su propuesta se basa en "tres pilares fundamentales" que son el "realismo", el impulso del empleo y la "solidaridad", ya que está pensada no sólo para bajar los impuestos sino también para generar actividad económica y para "aliviar las dificultades económicas de quienes tienen menos recursos".
Además, se ha querido adelantar a las posibles críticas que le hagan desde el Gobierno andaluz y ha asegurado que es una reforma "creíble" como demuestra el "banco de pruebas" de Extremadura, y que podría tener un "efecto inmediato" en los ingresos de la comunidad, ya que "no pone en riesgo la estabilidad presupuestaria" de la Junta y tendría un "efecto multiplicador" de sus beneficios, principalmente, en la actividad económica de la comunidad, donde movería unos 3.000 millones de euros y generaría en torno a 50.000 puestos de trabajo.
De ahí, que haya deseado que en el Ejecutivo autonómico "tomen en cuenta esta propuesta con la seriedad que se merece" y sean "valientes" ante esta propuesta "audaz" del PP-A. Principalmente, según ha añadido Moreno, porque lo que no puede hacer la Junta es seguir permitiendo que Andalucía sea la comunidad con la presión fiscal "más alta" de España y, además, sin ejecutar la totalidad de su presupuesto.
Por su parte, Monago ha expresado su total apoyo a esta reforma fiscal por ser muy parecida a la que su Gobierno ha aplicado en Extremadura y por estar dando "muy buenos resultados" en su región. "Es una propuesta viable y que le va a venir muy bien a Andalucía", ha sentenciado.
En esta línea, el presidente extremeño ha defendido que "a menos impuestos, más dinero en el bolsillo de los ciudadanos, más consumo, más empleo y más dinamismo", algo que, en su opinión, "todo el mundo debería saber" independientemente de su ideología. "Además, a menos impuestos, menos fraude y más confianza", ha añadido para advertir de que a los ciudadanos le cuesta menos pagar impuestos si estos son bajos y para recordar que en su comunidad, el año pasado aumentó la recaudación a un 31 por ciento frente a la media española de un 13,8.
UNA REFORMA DE CUATRO EJES
La reforma fiscal del PP-A se divide en cuatro ejes: reducción del tramo autonómico del IRPF; Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones; Impuesto de Transmisiones y Actos Jurídicos Documentados; y por último, tasas autonómicas, canon de agua y otras medidas.
Sobre el primero de ellos, se propone una bajada de dos puntos para cada uno de los cuatro primeros tramos y de un punto para los dos siguientes, una medida que afectaría a todos los andaluces y supondría un ahorro en la cuota autonómica del impuesto desde un 7,6 por ciento hasta un 16,67 para las rentas más bajas (menos de 17.700 euros). Así, según ha ejemplificado Moreno, "una persona gane hasta 17.707 euros anuales, se ahorraría 354,14 euros al año; y quien gane por debajo de los 33.007 euros, pagaría 660,14 euros menos de los que paga ahora".
Además de esta bajada "generalizada" en la cuota autonómica, el líder del PP-A ha defendido ocho deducciones autonómicas para las rentas que ganen menos de 35.000 euros en su declaración individual ó 60.000 euros en la conjunta.
De entre ellas, destacan la deducción por familia numerosa (de 250 euros para 4 o menos hijos y de 400 para a partir del quinto hijo); la deducción por gasto de guardería (los padres trabajadores podrían deducirse el 15% del gasto para menores de 4 años con un tope de 400 euros anuales); la deducción por adquisición de libros y material de estudio no cubiertos por los servicios públicos (el 40% con un máximo de 100 euros anuales por hijo hasta estudios universitarios incluidos); la deducción por enseñanza de idiomas (20% de lo gastado con un tope de 150 euros por estudiante); la deducción por pago de intereses de préstamos para pagar estudios de Postgrado (hasta el 50% de los intereses); por prótesis no cubiertas por la seguridad social (el 40% con un límite de 100 euros); o la deducción por inversión en vivienda habitual de menores de 40 años en núcleos rurales de Andalucía (el 5% hasta un límite máximo de 450 euros anuales).
Sobre el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, Moreno ha planteado una disminución progresiva del impuesto con bonificaciones graduales (del 33,33% en 2015, 66,66% en 2016 y 99.9% en 2017) hasta su desaparición para rentas bajas y medias. Además, ha propuesto reducciones en la base imponible para donaciones de padres a hijos en determinadas circunstancias, como donaciones de dinero a hijos que se encuentren en desempleo; o para las donaciones de la vivienda habitual del hijo.
En cuanto al Impuesto sobre Transmisiones y Actos Jurídicos Documentados, se plantea la reducción general de los tipos de gravamen y la aplicación de ciertas bonificaciones fiscales.
Por último, la reforma fiscal del PP-A propone una reorganización de las tasas autonómicas para hacerla "más simple, eficaz y accesible al ciudadano". Entre ellas, está la revisión del canon del agua con el objetivo de bajar, "o al menos congelar, la presión fiscal sobre el consumo de agua, que en Andalucía resulta especialmente excesiva", según ha apostillado Moreno.
Los 'populares' andaluces también plantean otras medidas para el fomento del autoempleo y ayuda a pymes y autónomos, lo que, según su presidente, también contribuirá a mejorar la economía andaluza y a que estas empresas "puedan competir en igualdad de condiciones al resto de otras comunidades".