Por unanimidad respaldaba ayer el Comité Director del PSOE andaluz la elección de José Antonio Griñán como sustituto de Manuel Chaves al frente de la Presidencia de la Junta, una apuesta que el ya ministro de Política Autonómica se encargaba de defender ante los suyos. El PSOE andaluz ha respondido como un partido “sólido, bien organizado y bien dirigido”, como Griñán se encargaba de recordar, aunque de cara a las elecciones futuras, un partido “ambicioso, de gobierno” que debe tener una comunicación “continua” con la Junta, les decía el ya candidato socialista, en una intervención en la que Griñán se encargó de ser de partido y de Gobierno a la vez.
De hecho, empezando por los halagos al trabajo hecho y a los logros de Chaves al frente de la Junta, Griñán hablaba pronto de los retos y de la crisis económica, del desempleo, para afirmar que con el apoyo del partido quiere liderar un proyecto socialista “firmemente asentado en las aspiraciones de los andaluces y que es de largo alcance, pero que debe renovarse día a día”. Este “renovarse día a día”, según el candidato, ha sido la clave del éxito del PSOE en Andalucía, por lo que apostó no sólo por escuchar a los ciudadanos “sino por ser parte importante de ellos”.
Griñán asumió su responsabilidad al frente de la Junta y con el partido, un compromiso que “deber ser de largo alcance, de renovación, sin otro plazo que el que me pongáis”, será un proyecto “estable y comprometido con el futuro”. Y añadía: “será de futuro; para hoy y para mañana, y si queréis, para pasado mañana”, lo que fue contestado con un caluroso aplauso por los socialistas.
Añadía que este proyecto significa “renovación y cambio que requieren solidez en nuestros principios y flexibilidad a la hora de aplicarlos”, huyendo de ser “esclavos de las encuestas” y basado en la “humildad, el trabajo, la responsabilidad y la honestidad”.
Restablecer la confianza
De sus líneas de trabajo, muy parecidas a las trazadas ahora por el Gobierno de Chaves, señaló como prioridad “salir de la crisis en las mejores condiciones”, para lo que consideró “fundamental” restablecer la confianza y apoyarse en la concertación social, un diálogo y un compromiso responsable que, recordó, debe basarse en poner los recursos públicos a disposición de la creación de la riqueza pero garantizando la protección a los más desfavorecidos. “Responsabilidad y solidaridad” con todos y cada uno de los ciudadanos, apuntaba.
Un hueco especial le dedicaba a la educación, “la principal política económica”, y a profundizar en las medidas anticrisis que seguirán poniéndose en marcha, con el objetivo de “poner las bases de un nuevo ciclo” para el que deben servir los cimientos que ya se han puesto.
Sí quiso dejar claro, aunque tuvo varias referencias a la oposición, especialmente a los populares, que se presenta como candidato con la legitimidad del partido “más votado en las elecciones del año pasado y la del partido que forma la mayoría que elige al presidente del Gobierno andaluz en el Parlamento”, además de con la legitimidad de “unas reglas de juego que no pueden estar impugnándose cada vez que nos interese hacerlo, ni practicar con ellas la ley del embudo”.
Griñán tampoco se olvidó de las próximas elecciones al Parlamento europeo e invitó al partido a trabajar para ganar las elecciones -las europeas, las municipales y también las autonómicas- y que se analicen los resultados “en función de los datos y no de las expectativas, porque hemos llegado a deprimirnos con la victoria”.
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