Dos personas han sido encontradas muertas este lunes, con sendos disparos por arma de fuego, en el interior de una vivienda unifamiliar situada en la calle Soleares, en la barriada de San Rafael. Fuentes próximas a la investigación han dicho que los fallecidos son un hombre de 76 años, Antonio T., que recientemente se había jubilado como taxista, y una mujer de origen saharaui, de 30, Lala M., que trabajaba como cuidadora para la familia. De la investigación del suceso se ha hecho cargo la Policía Judicial, que ha decretado el secreto de las actuaciones.
El trágico suceso tuvo lugar en torno al mediodía en el interior del número 12 de la calle Soleares, donde vecinos aseguron oír dos detonaciones: "Pensé que eran petardos, de los que queman los jóvenes, y no le di importancia. Y mira lo que ha ocurrido", dijo un vecino de la zona a RONDA SEMANAL. Al fin resultó que la joven presentaba un tiro en la espalda, según informó Efe, y el anciano otro en el pecho.
Según algunas fuentes próximas al caso, los investigadores creen que el hombre habría disparado a la joven y se habría suicidado después con una escopeta de caza. Lo que llevó a tales extremos se desconoce, ya que ellos "querían muchísimo" a la cuidadora, quien desde "hace ya tiempo" prestaba servicios a esta familia, al estar la esposa del fallecido "postrada en una cama" por una enfermedad degenerativa, al parecer alzheimer, relató a este periódico una compañera de trabajo la joven muerta.
"Esta mañana ví a Antonio volviendo a su casa. Serían las 11. Venía de comprar con varias bolsas. Alguna vez se había quejado por la situación en que estaba su mujer. Pero esta mañana me saludó tan normal como muchos días. Es increíble lo que ha pasado", afirmó otro vecino. Una mujer, que al parecer también trabajaba para la familia y a quien el hombre, según cuenta el diario Sur, habría dicho que se marchara de la casa, fue quien se encontró la la trágica escena en el domicilio y avisó a un familiar para dar el aviso al 112. Rápidamente distintas dotaciones de la Policía Nacional se personaron en el lugar. Al llegar los agentes, la esposa del fallecido tuvo que ser trasladada en ambulancia al Hospital de Ronda al parecer con una crisis de ansiedad, según algunas fuentes.
Los cuerpos han sido levantados a última hora de la tarde, y trasladados hasta Málaga, adonde se les practicará la autopsia.
UN TRÁGICO FINAL
El lugar que fue escena de los hechos ha sido un ir y venir de familires y amigos, y se han visto numerosas escenas de dolor. Una ambulancia ha tenido que acudir hasta el lugar para atender a distintos familiares y conocidos de la joven.
Su trágico final "parece un mal sueño", dijo otra compañera de trabajo. Y es que Lala llegó a España durante los primeros programas de acogida de niños saharauis, y aquella familia con la que vivió un verano decidió adoptarla tanto a ella como a una hermana. Fue en 1995. Había encontrado trabajo en una de las empresas que presta los servicios de atención a la dependencia en Ronda. Numerosas de sus compañeras se dieron cita esta tarde en el lugar de los hechos: "¡Estamos trabajando! ¡Somos trabajadoras! Esto no puede ser", gritó una de ellas al llegar al lugar de los hechos.
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