Su cortejo, formado principalmente por jóvenes de corta edad, empezó a salir de la Parroquia del Carmen a las 15.15 horas. La Alameda se iba convirtiendo en un reguero de penitentes con capirote rojo y palmas en mano, mientras se seguía aguardando a la presencia de Jesús de la Paz. La Borriquita es una de las hermandades que más gente congrega en su salida. Esta vez faltó algo, la tradicional venia, que este año no ha tenido lugar, ya que en las reuniones con el Consejo Local de Hermandades y Cofradías se acordó suspenderla a consecuencia de que por este año la Borriquita no sería la encargada de inaugurar la Semana Santa de Cádiz, ya que el primer puesto lo ocuparía el Despojado. Una decisión que no se entiende muy bien, porque, aunque tradicionalmente la venia se venía pidiendo a las puertas del Carmen, lo más lógico es que la encargada en pedirla fuera la primera hermandad en hacer Estación de Penitencia en la Santa Iglesia Catedral una vez que se encontrara delante de la misma.
Jesús de la Paz salió a las 15.30 horas, a los sones del Himno Nacional. La voz encargada de dirigir la cuadrilla de cargadores fue un año más la del capataz Adolfo Morera Salvago. Inmediatamente después empezó a sonar la marcha, Nuestro Padre Jesús de la Paz, interpretada por la Agrupación Musical Polillas. La bella imagen de Nuestro Padre Jesús de la Paz iba encandilando al público, y despertando las peculiares preguntas de los pequeños.
A continuación empezaron a salir las secciones de penitentes de la Virgen. Hasta que a las 16.00 horas, Ella empezó a asomar por la puerta. Los cargadores, con José Julio Reyero al frente, sortearon la dificultad del estrecho dintel y colocaron con pericia el paso de Nuestra Señora del Amparo en la calle entre los aplausos del numeroso público que a esa hora se concentraba frente al templo carmelitano. La primera marcha interpretada por la Banda de Música Maestro Álvarez Hidalgo fue Virgen de la Paz, de Pedro Morales.
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