La Guardia Civil, en la operación 'Suculencias', ha incautado cientos de kilos de angulas valoradas en medio millón de euros que eran exportadas de forma ilegal a países asiáticos. La operación ha sido desarrollada en las provincias de Sevilla, Córdoba y Badajoz y con ramificaciones en Portugal, por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil.
Esta organización remitía importantes cantidades al mercado asiático donde el kilo puede superar en algunos momentos los 2.000 euros, informa la Guardia Civil en un comunicado.
Para conseguirlo, habían establecido una infraestructura en Portugal con socios del país vecino, con el fin de eludir así las medidas que el Estado español mantiene para evitar esta actividad.
Tras recoger las angulas de diferentes puntos en los que guardaban cantidades pequeñas para evitar incautaciones importantes, las llevaban por carretera a algunos viveros en las proximidades de Lisboa. Allí las preparaban para su envío, las presentaban en la Aduana lusa, generalmente con documentación falsa, y procedían al envío por vía aérea.
Para dificultar su interceptación, además de declarar en la aduana que se trataba de mercancías diferentes como panga o bacalao, utilizaban empresas que nada tenían que ver con la impulsora de la actividad, una conocida mercantil de pescados de Sevilla.
COLABORACIÓN INTERNACIONAL
En el transcurso de la investigación desarrollada por la Ucoma (Unidad Central Operativa de Medio Ambiente) del Seprona, se tuvo conocimiento de que en Portugal se había incautado una partida de angulas que pretendía ser exportada a China. Ante la sospecha de que tras este envío se encontrase la empresa española que ya estaba siendo investigada, se iniciaron los contactos con las Autoridades lusas, estableciendo un plan de cooperación que dio como fruto un nueva incautación, esta vez bajo control de la Guardia Civil con la dirección del Juzgado de Instrucción número 1 de los de Coria del Río y de la Fiscalía de Medio Ambiente de Sevilla.
Los especímenes eran pescados en la propia comunidad de Andalucía, donde se halla totalmente prohibida esta actividad por la situación crítica de la anguila.
Con este fin los detenidos contaban con varios furtivos que les proporcionaban los ejemplares que luego enviaban ilegalmente a China.