Efectivos de la Policía Local de Cartaya han intervenido en la mañana de este lunes un total de 560 kilos de picotas, distribuidas en 260 cajas, mientras estaban siendo vendidas de forma ambulante e ilegal por las calles del municipio.
Según fuentes cercanas al caso consultadas por VIVA, la fruta fue aprehendida en el interior de una furgoneta en la calle Agua, en las inmediaciones del Castillo de los Zúñiga de la localidad costera, a cuyos dos ocupantes la propia Policía Local cartayera ya ha abierto acta de denuncia por venta ilegal ambulante con megafonía.
Según las mismas fuentes la operación responde a las llamadas que desde hace unos 10 días se vienen recibiendo en la Jefatura de la Policía Local de Cartaya por parte de comerciantes minoristas del municipio, alertando sobre los hechos.
Por tal motivo hace una semana los agentes iniciaron las pesquisas que han derivado en la incautación este lunes de los 560 kilos de picotas, aunque todo apunta, según las fuentes consultadas, a que hay más personas ejerciendo esta venta ilegal ya que hay vecinos que han podido ver otra furgoneta por las calles de Cartaya, con dos ocupantes con perfiles distintos a los hoy expedientados.
En los envases de las picotas incautadas figura que la procedencia de la fruta es el Valle del Jerte, en Cáceres, aunque al parecer las facturas aportadas por los vendedores ambulantes no reflejan claramente su procedencia, ni si han sido adquiridas de forma legal, ya que se trata de fotocopias que presentan las fechas supuestamente cambiadas. Todo ello hace que los investigadores barajen por el momento dos hipótesis: bien que la mercancía no haya sido adquirida de forma legal, bien que se trate de fruta sobrante o de desecho, por estar muy madura.
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