La eurodiputada por Podemos Teresa Rodríguez, que fue número dos de la candidatura del partido en las últimas elecciones europeas, estima que "lo antes posible" Podemos "debería empezar a descentralizar la propuesta, echar raíces desde abajo y crecer de abajo a arriba".
En declaraciones a Europa Press, Rodríguez dice que "el proceso" de construcción de Podemos "no es sólo de quienes empezamos, sino de todo el mundo, y hay que empezar a construir y a articular las vías por las cuales la gente tiene capacidad de decisión desde abajo".
La gaditana explica que en el seno de una organización joven como Podemos "hay gente que piensa que es necesario continuar con una propuesta centralizada que después se debata por abajo, y hay gente que piensa que las coordinaciones a nivel provincial, autonómico y regional tienen un grado de madurez suficiente como para que tengan su propia voz y autonomía, descentralizando así el proceso en algún momento".
El debate actual en clave interna de la organización se centra en "los ritmos" de Podemos y en su "nivel de madurez", un debate que la eurodiputada considera "razonable y sensato". "Hay gente que quiere poder tomar decisiones de una forma más descentralizada y gente que está desde Madrid diciendo que, de momento, se haga una propuesta centralizada y luego se abran los procesos por abajo", resume.
Aunque por su experiencia en Andalucía, donde se está "empezando a alcanzar un nivel de madurez suficiente como para poder representarnos respecto a otros territorios", Rodríguez apueste por la descentralización de la propuesta, admite que en el debate "es difícil decir quien tiene la razón" y que eso "se comprobará con el tiempo".
DEMOCRACIA INTERNA
Asimismo, recalca que es "complicado" definir un modelo de organización "cien por cien democrático", y apunta que "la democracia interna es un horizonte, un objetivo que no se puede perder de vista" y que los pasos que dé Podemos "no pueden ir en la dirección contraria a la participación democrática".
"Lo importante es no perder de vista que hay que lograr un proceso en el que todos los círculos de la organización tengan el mismo nivel de información, formación, capacidad de debate y de decisión que quienes iniciamos la propuesta hace cuatro meses: ese es el reto", expone.
A Rodríguez le gustaría "que todas las organizaciones políticas tuvieran las puertas abiertas a la prensa durante sus discusiones, como Podemos", recalcando que a las asambleas de la formación "puede acudir cualquiera, algo muy positivo para que haya miles personas participando de la iniciativa por abajo, aunque también provoca que pueda acudir gente con la pretensión de sacar de contexto ciertas discusiones".
La gaditana reconoce que en estas asambleas, como por ejemplo en la que se celebró en el barrio de Legazpi en Madrid el 8 de junio, existen "diferencias", pero que son las propias de "una organización plural y masiva".
"Hay muchos conflictos y debates sobre las propuestas programáticas, las alianzas o cómo se organizará Podemos a partir de ahora", apunta, al tiempo que señala que "se está construyendo una organización desde cero, y habrá muchas más diferencias porque la democracia es pluralismo".
ABOGA POR EL "CONTROL COLECTIVO"
Aunque incide en que "es difícil" lograr un modelo de organización colectivo sometido a la participación masiva, la eurodiputada por Podemos confía en "varios factores" para que una formación bajo un marco de esa naturaleza progrese.
En primer lugar, afirma que "es mas fácil que una organización tenga mayor comunicación con la sociedad y pueda continuar recabando apoyos cuando está abierta a la participación de la gente, sin que se produzcan decisiones que afectan a la colectividad a través de las instituciones en despachos cerrados".
Al hilo, comenta que "un buen sistema para controlar que las decisiones que Podemos tome están al servicio de la mayoría es el control colectivo", y considera que "todos los problemas que puede generar la participación en términos de diferentes opiniones, la no centralización de las decisiones y dejar que la gente aprenda a participar" se compensan con "la necesidad de construir una fuerza que esté fuertemente controlada por la mayoría social a la que dice defender".
Una formación "donde a cualquier órgano puedan acudir personas a poner en cuestión el trabajo de sus representantes institucionales y las decisiones de cualquier órgano de coordinación", pues eso "vacuna de alguna manera" a Podemos frente a "un secreto a gritos, una realidad, que es que las organizaciones políticas que gobiernan no están defendiendo los intereses de la mayoría, sino de los grandes poderes financieros".
"Vacunarnos contra eso supone mucha gente participando, controlando, discutiendo, teniendo opiniones contradictorias y resolviendo sus debates de forma tranquila y pacífica", reseña, señalando que el reto es "conseguir ser ágiles de forma participada y planificada". En este sentido, detalla que ya se están aportando ideas para el modelo organizativo que seguirá Podemos, y que se decidirá en una asamblea constituyente que se desarrollará en octubre.
Rodríguez destaca que Podemos intentará dar entonces "con un modelo que más se ajuste a dos factores: la efectividad y la participación, el control colectivo", y asegura que "después de experiencia de 15-M y de las mareas", que contaron con una organización asamblearia "eficiente", la organización "dará con la tecla".