Andalucía

La Blanca Paloma volvió a santuario a las 12.53 tras más 9 horas de procesión

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La Virgen del Rocío ha regresado a su ermita, arropada por una multitud de personas, en torno a las 12.53 horas, después de unas nueve horas y media de procesión por las calles de la aldea del Rocío, que ha estado marcada en todo su recorrido por la gran afluencia de gente.

A las 03.13 horas los almonteños se hacían con las andas de la Blanca Paloma y unos 25 minutos después salía por las puertas del santuario para comenzar su tradicional recorrido por la aldea visitando a las hermandades filiales, la primera de ellas la de Huévar (Sevilla).

La procesión ha transcurrido con normalidad y sin incidentes pero bastante más lenta que los tres últimos años, en 2011 por la rotura del paso, que obligó a suspender, por primera vez en la historia el acto sobre las 08.30 horas, y en 2012 y 2013 porque el recorrido se hizo con mayor fluidez que éste, lo que posibilitó que la imagen estuviera en su templo antes del medio día.

Los almonteños han protagonizado una procesión marcada por ese desorden organizado que caracteriza el acto central de la romería del Rocío, en la que han sido numerosas las veces que el paso de la Virgen ha tenido que ser posado en el suelo, ante la imposibilidad de seguir avanzando por la cantidad de gente a su paso.

Al margen de esto, desde principio a fin, por todos y cada uno de los rincones por los que ha pasado la 'Blanca Paloma' en su visita a los 114 Simpecados de sus hermandades filiales, la procesión ha dejado para el recuerdo imágenes en las que el fervor y la devoción se han hecho plegaria en forma de salves y cantes por sevillanas.

En todo su recorrido la Blanca Paloma ha estado acompañada por miles de fieles, cuya presencia se hacía aún más intensa conforme se iba aproximando de nuevo a su ermita y se han vuelto a ver, como cada año, los "vuelos" de niños a manos de los costaleros para ser acercados lo más posible a la Virgen pidiendo para ellos protección.

Unos minutos antes de la entrada de la también llamada Reina de las Marismas el repique de las campanas del Santuario, como lo hiciera esta madrugada pasadas las 03.30 para anunciar su salida, indicaba que la imagen llegaba de nuevo a su casa, algo que ocurriría tras recibir una petalada de rosas desde los balcones de la casa de la Hermandad Matriz de Almonte -la última de tantas recibidas a lo largo de la madrugada-.

Después de su entrada en el santuario los almonteños han recorrido la distancia desde el dintel al altar para, de nuevo, colocar a la Virgen en su presbiterio todo ello entre vivas, olés y palmas y rezarle un salve poniendo con ello fin a la romería de 2014.

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