Así jugó el Benfica la final de la Liga Europa disputada esta noche en Turín ante el Sevilla (0-0, 4-2 en los penaltis).
Oblak (6): Muy seguro todo el partido, volvió a dar confianza a los suyos. Apenas fue exigido por la delantera del conjunto hispalense, pero destiló aplomo en todas sus actuaciones. En los penaltis, no consiguió detener ninguno de los cuatro que lanzó el Sevilla.
Maxi Pereira (7): Comenzó como lateral -su posición natural- pero a la media hora Jorge Jesús lo subió al extremo tras la lesión de Sulejmani y regresó a la zona de atrás ya en la prórroga. Llegó a posiciones ofensivas con frecuencia y cuando expiraba la primera parte gozó de una clara oportunidad en un remate solo ante Beto, pero disparó sin confianza.
Garay (8): Volvió a ser un baluarte en la zaga y contribuyó a que el delantero colombiano Bacca pasase casi desapercibido. Rápido al corte y seguro en el juego aéreo, también llevó mucho peligro en los saques de esquina y en las jugadas a balón parado.
Luisao (7): El capitán del Benfica lideró la defensa y se encargó junto al resto de sus compañeros de minimizar las ocasiones contrarias. Tiró de veteranía en los momentos difíciles y ayudó a iniciar el juego desde atrás sin recurrir al balón en largo. Marcó sin problemas su lanzamiento desde los once metros.
Siqueira (6): Correcto en defensa, el lateral italo-brasileño se prodigó menos en ataque de lo que en él es habitual, y se echó de menos una mayor profundidad por su banda. Acabó siendo sustituido en la prórroga.
Ruben Amorim (6): Cumplió en la oscura labor de dar equilibrio al equipo, aunque no tuvo tanto éxito a la hora de parar al futbolista más creativo del Sevilla, Rakitic.
André Gomes (4): Tenía la difícil misión de sustituir la baja del argentino Enzo Pérez, y no acabó de funcionar. Como "cerebro" no carburó, perdió el balón en zonas peligrosas y fue víctima de la presión asfixiante del rival, aunque no dejó de pedir la pelota y de asumir responsabilidades, sobre todo conforme pasaron los minutos y bajó el ritmo del encuentro.
Sulejmani (6): Forzó dos amarillas en los primeros minutos para la defensa sevillista, lo que benefició a su equipo, pero se retiró lesionado mediada la primera mitad. Durante el tiempo que estuvo en el campo, se mostró muy activo e incisivo.
Gaitán (6): Intermitente, hoy le correspondía liderar la parcela creativa de los lisboetas debido a las numerosas ausencias. Fue protagonista de una de las jugadas más polémicas del encuentro, en la que Fazio lo derribó en el área, lo que podría haber sido penalti y expulsión para el central sevillista.
Rodrigo (5): Trabajó mucho para apoyar en la creación de juego y lideró varios contraataques peligrosos, aunque le falló la puntería en las escasas ocasiones que dispuso. No logró convertir en gol el penalti que lanzó.
Lima (7): Tuvo en sus botas las mejores oportunidades, especialmente una nada más comenzar la segunda parte, pero su disparo lo sacó encima de la línea de gol Pareja. También puso a prueba a Beto desde lejos cuando se acercaba el minuto 90 con un disparo que exigió lo mejor del guardameta luso. No falló su lanzamiento desde los once metros.
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André Almeida (6): Entró en el partido en el minuto 24 por el lesionado Sulejmani, un cambio que le llevó a ocupar el lateral derecho. Participó poco, aunque ayudó en defensa a repeler los ataques del conjunto hispalense.
Oscar Cardozo (0): Salió en la prórroga y pasó desapercibido. En los penaltis, erró la pena máxima.
Iván Cavaleiro (-): Sólo disputó los últimos tres minutos de la prórroga.