La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, considera hechos probados que el 23 de diciembre de 2006 sobre las 17,30 horas se encontraba la mujer del acusado en compañía de su hijo menor que estaba llorando porque quería irse con su padre y acusado.
Entonces el acusado, A. J. G. R, de 37 años, "sin mediar palabra alguna lo cogió violentamente de los brazos y lo lanzó contra el suelo dándole varios golpes en la cara, y glúteo hasta perder el conocimiento", y mientras insultaba a su mujer se fue de la casa.
A raíz de la agresión el menor fue trasladado al Centro de Salud de Bailén, presentando, según el parte médico, huellas de una mano en la mejilla izquierda y en los glúteos, de pronóstico leve, necesitando tres días de curación.
La madre presentó la denuncia que luego ratificó en presencia judicial y durante la vista además el menor manifestó al juez que "su padre le regaña y se enfada mucho y que alguna vez le ha pegado, llegándole a hacer pupa".
El acusado reconoció la autoría de los hechos durante el juicio pero las justificó como un medio "de corrección" de la conducta.
Sin embargo el juez considera que son hechos constitutivos de un delito de maltrato familiar, ya que los actos del acusado fueron "intencionados y no imprudentes o faltos de cuidado, por más que su objetivo fuera el de reprender su conducta llorona".
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