Una cabra inmortal con poderes y una lengua indestructible de goma a priori no debería ser tomada muy en serio. Sin embargo, aunque Goat Simulator casi empezó como una broma, también causó furor en la Red y recientemente llegó a Steam gracias al apoyo de los usuarios. No es el juego mejor programado ni diseñado del mundo, pero... ¿Quién se puede resistir a controlar a una cabra?
Lo mejor:
- Ausencia total de lógica y leyes de la física con mucho sentido del humor.
Lo peor:
- Puede decepcionarte si esperas divertirte lo mismo que viendo a youtubers jugarlo. Tras un rato se hace cansino.
Partiendo de que el "héroe" es una cabra, sabemos que estamos delante de algo que no debería ser clasificado ni abordado como cualquier otro videojuego. Un rumiante indestructible capaz de arrastrar rocas diez veces más grandes que sí mismo con la lengua no parece una fórmula de éxito, pero en un mundo dominado por Internet y con gustos cada vez más extraños, las cosas cambian. Goat Simulator es ya un fenómeno viral que protagoniza miles de vídeos en YouTube.
Probablemente antes de Goat Simulator, pocos habían oído el nombre de Coffee Stain, en cuyo currículum figuran Sanctum, I love strawberries y A story about my uncle. Su última creación se convirtió en viral cuando decidieron crear un "simulador de cabra" en el que la propuesta no era otra que meter al jugador en la piel de este animal, quizá motivados por el éxito de los vídeos de cabras gritando en canciones famosas o desmayándose. Dejando a un lado la seriedad o realismo de simuladores de trenes, aviones, tractores o cirugía, Coffee Stain apostó por el surrealismo con Goat Simulator.
Goat Simulator nació en una 'game jam session' de un mes que Coffee Stain decidió hacer para fomentar la creatividad. Y vaya si lo hicieron. Anunciaron el videojuego en su blog el pasado 20 de enero de 2014 y desde entonces hasta su lanzamiento, el 1 de abril -el día de los inocentes anglosajón-, no dejó de acaparar la atención de medios de comunicación y jugadores.
Sus mismos creadores advirtieron desde el principio de que los usuarios no deberían esperar demasiado del juego. De hecho, inciden en que no deberían esperar nada de él, ya que lo definen como un juego "pequeño, estúpido y roto", que se desarrolló en un par de semanas. "Para ser honestos, sería mejor que con estos diez dólares os compréis un hula hoop, un montón de ladrillos o incluso una cabra real", señalan.
En cuanto a la historia... Bueno, es inexistente. Todo consiste en "hacer el cabra". El libre albedrío del juego propone explorar -y destrozar- un pequeño pueblecito con algunas sorpresas inesperadas: ovnis que nos abducen en el campo, un castillo cabruno en donde nos proclamamos reyes de todas las cabras o incluso un ritual oscuro al que ofrecer sacrificios humanos... Todo ello mientras completamos una lista de logros cada cuál más absurdo, que también podemos decidir ignorar, aunque probablemente vayamos consiguiéndolos sin darnos cuenta. Todos ellos desbloquearán varios tipos de cabras con distintas habilidades: la cabra reina que invoca a otras cabras, la cabra demoníaca, la cabra dinosaurio -que en lugar de balar, ruge-, un avestruz o una girafa.
El juego está lleno de 'glitches', aunque se lo toma con humor; incluso hay logros por "cargarse" el juego. No obstante, también resulta pesado encontrar tantos fallos a lo largo de la experiencia. Asimismo, controlarlo resulta confuso, en especial cuando se acumulan habilidades en una misma tecla -por ejemplo, tirar pelotas de béisbol y hacer llover cabras a la vez. Pero, en resumen: eso forma parte del sentido del humor del juego, que da puntos por arruinar fiestas a los humanos -que son parte del mobiliario y recuerdan bastante a los muñecos que se utilizan para pruebas de choque virtuales- o reventar una manifestación en contra de las salchichas.
Sin embargo, una vez que se han explorado los principales puntos del mapa y el usuario ha destrozado, enganchado y balado a todo el mobiliario urbano, no queda nada más que hacer y se hace aburrido. Uno se empieza a preguntar si hay algo más... y no, no lo hay, aunque Coffee Stain ha anunciado ya un modo multijugador para poder hacer el cabra con pantalla partida, así como un nuevo mapa.
CONCLUSIÓN
Goat Simulator es un juego con un gran sentido del humor y algo distinto a lo que estamos acostumbrados a ver, pero no deja de ser un título muy simple, sin pretensiones, repleto de fallos y con una vida muy corta. La broma cuesta 10 euros y, si decidís pagarlos, no deberíais tomaros nada demasiado en serio en esta "aventura".
NOTAS
Gráficos: Llenos de fallos -a propósito-, aunque con todo mejores que los de otros 'simulators'. 5
Sonido: las cabras distintos balidos, los golpes y efectos son correctos y la música es pegadiza. Bien, dentro de lo que cabe para un juego de este tipo. 7
Diversión: Te reirás al principio, te aburrirás al cabo de un rato. 6.
Total: Si tienes un sentido del humor peculiar o juegas con algún amigo, te divertirás y podréis echaros unas risas. Pero jugar solo se hace cansino y completar todos los logros requiere una gran paciencia. 6.
Desarrollado por Coffee Stain, Goat Simulator ya está disponible para PC en Steam con un precio de 9,99 euros, para todos los públicos.