La situación fue la siguiente: Chica conoce a chico en un vuelo de American Airlines, se conocen, hablan de sus gustos y flirtean pero se les olvida intercambiar sus datos personales para mantener el contacto. ¿Qué hace? Pues abre Twitter y se pone a buscarlo sin descanso.
La historia tiene pinta de futura comedia romántica y sino al tiempo, pero se trata de una historia real. Erica Domesek decidió publicar en la red social su deseo de contactar con aquel chico guapo que acababa de conocer en el vuelo 1037 de la aerolínea americana.
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Querida @AmericanAir: acabo de bajarme del vuelo con mi futuro marido, pero no le pregunté su nombre completo, ¿quieres hacer de celestina?#vuelo1037
La primera reacción de la aerolínea fue desearle suerte y simplemente respondió: "Esperamos que sus caminos vuelvan a cruzarse", pero Erica cambió de estrategia a una estilo Nottin Hill.
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@AmericanAir, ¿donde quedó el romanticismo? Sólo soy una chica que se pone frente al mundo y le pide a una aerolínea que le ayude.
Sin cortarse un pelo y a por todas, la chica publicó otro tweet en donde decía: Bueno, @AmericanAir, ¿qué tal si contactas con él? Es un hombre encantador y le entusiasmaría saber sobre mi gran gesto en el que tú colaboras con #romanticismo".
Por desgracia para la chica, la aerolínea tiene prohibido proporcionar datos sobre ningún pasajero y le respondió:
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@psimadethis Tampoco estamos capacitados hacer eso. Tú podrías difundir tu #romance aquí con la esperanza de que él o un amigo nos tuitee. No tenemos problema con eso.
Desesperada, Domesek se fue al plan C y tuiteó la descripción misterioso hombre, con la esperanza de que alguien del entorno del misterioso hombre lo leyera. Y así fue.
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@American Air, estaba sentado en la primera fila de primera clase y vestía un jersey azul, su nombre es Clauco. Nació en Turín y vive en el Soho.
Después de publicar estas palabras, todos los seguidores de la chica, que no son pocos, le mostraron su incondicional apoyo ayudándola en la campaña #FindClauco (#EncontrarAClauco).
F
inalmente, logró su cometido y la historia acabó con final feliz. Domesek encontró a Clauco y, curiosamente, no gracias a Twitter sino a una amiga que posteriormente vio y que reconoció a Clauco.
La feliz Domesek cerró esta tomántica historia de amor con unas palabras de agradecimiento en Twitter:
"Agradecida con el Vuelo 1073, mi reloj @SamsungMobileUS (con su foto) y la amiga que vi en la tienda @Apple que lo conocía. xo"