La empresa taiwanesa XYZ Printing dedica millones de dólares al desarrollo de impresoras en tres dimensiones con la meta de simplificar su uso, ampliar su atractivo al consumidor de la calle y dominar el mercado mundial.
"Buscamos hacer fácil el uso y el precio accesible, sin perder calidad, de modo que los profesionales y el público en general puedan adquirir nuestros productos", dijo a Efe Gary Shu, gerente veterano de Desarrollo de Mercados de XYZ.
XYZ Printing es filial del poderoso grupo electrónico Kimpo, del que forma parte Compal Electronics y Nuevo Grupo Kinpo, el tercer productor mundial tras el taiwanés Foxconn y muy cerca de Flextronics de Singapur.
Nació en junio de 2013 y para finales de ese año ya había sacado al mercado su primer impresora 3D, la Da Vinci 1.0.
"Contamos con un fuerte apoyo de la dirección del grupo y eso nos permite no escatimar recursos ni personal para avanzar rápido, lo que explica que ya estén prácticamente desarrollados tres modelos, uno de ellos con conexión a internet", señaló Shu.
Esta empresa taiwanesa comenzó a expandirse por el mercado japonés, chino y estadounidense, y acaba de establecer una filial en la Unión Europea con el fin de conquistar estos mercados, con más posibilidades de absorber un producto puntero como lo es la impresora 3D.
"En Taiwán, China y Japón ya llevamos meses vendiendo la da Vinci 1.0, con éxito, pero en Estados Unidos y Europa tan sólo estamos comenzando", comentó Lo Fu, del Departamento de Ventas de XYZ Printing.
Algunos empresarios taiwaneses, como el presidente de Foxconn, Terry Gou, consideran que las impresoras 3D "son sólo un juego", según sus declaraciones de junio de 2013, sin embargo el presidente de Kinpo, (Rock) Sheng-Hsiung Hsu, considera que el sector tiene mucho futuro.
"Las impresoras 3D no son ahora necesarias en el hogar, pero ya tienen mucho uso en las profesiones que necesitan maquetas o modelos, en odontología y medicina, y esperamos que se desarrollen más aplicaciones para el uso en arte, manualidades, juguetes", dice Gary Shu, al desvelar el interés de una empresa de juguetes en la impresora.
"En un futuro quizá los niños pueden modificar o hacer parte de sus juguetes por sí mismos y los artistas crear con las impresoras 3D", agrega el gerente isleño.
Ahora, el mercado mundial de impresoras 3D es pequeño, pero XYZ Printing ve mucho futuro y quiere llegar al mercado de las impresoras accesibles al consumidor antes que las grandes del sector.
"En 2012, se vendieron unas 33.000 unidades; en 2013, unas 55.000 en 2013; pero para 2016 la empresa japonesa de seguimiento de mercados See Planning predice ventas de más de 500.000 unidades", comentó Shu.
XYZ Printing, que en uno o dos meses espera poner a la venta su segunda impresora 3D, Vinci 2.0, que tiene dos boquillas ("nozzles") y es más rápida y eficiente que el modelo 1.0, espera vender 100.000 impresoras 3D en 2015.
La fortaleza de esta empresa isleña está en la sólida base manufacturera de su grupo y en que fabrica a partir de moldes, que son costosos, pero permiten una manufactura barata y eficiente.
"El desembolso inicial es alto, pero la calidad y el coste de producción son superiores", dijo Shu.
Kinpo ha apostado por este sector y dispone de una fuerte red de fábricas en el mundo, donde montar las impresoras cuando los mercados de esas zonas estén maduros, incluyendo en México y Brasil.
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