Hoy Mis Ecos del Tajo están súper felices y saben lo que han susurrado al oído: «Ya era hora que una columna no te metieras con nadie, sino al contrario que alabes y elogies a un montón’». Pues la verdad es que cuando tienen razón la tienen.
Por ello no me cabe más que felicitar muy sinceramente a la numerosa familia cofrade rondeña por el enorme éxito que se ha cosechado con la celebración de ese Vía Crucis Magno con motivo del Veinticinco Aniversario de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Ronda. Vía Crucis Magno que pone broche de oro a la efeméride de las Bodas de Plata, Lástima que haya que haber esperado esos 25 años para asistir a un evento de tanta relevancia y que los cofrades rondeños han sabido enaltecer y llevarlo a cotas increíbles.
El día festivo y el tiempo, claro está, ha ayudado a la vistosidad u grandeza del evento. Además que ha congregado en nuestra ciudad a miles de visitantes que no daban crédito a lo que veían. Y es que de por sí, nuestra ciudad ya es bonita de por sí sola, si a ello le añadimos el ingrediente de que en lugares y monumentos con encanto, les presentamos unas bellísimas tallas dignas de la mejor imaginería andaluza,m y que estas se funden con la piedra, con la cal o con la propia vegetación que la rodean, la grandeza del espectáculo está más que justificada.
A todo ello se ha unido la religiosidad del pueblo de Ronda.
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