El juzgado que investiga los ERE fraudulentos ha embargado el emblemático restaurante Río Grande de Sevilla, situado en la calle Betis a orillas del Guadalquivir, para cubrir la fianza de responsabilidad civil impuesta a su dueña, imputada en el caso.
El juzgado de instrucción 6, en un decreto de su secretaria, recuerda que la entidad Río Grande ha sido llamada al procedimiento puesto que su propietaria y administradora única es María del Carmen García Sánchez, imputada en la causa por los dos "intrusos" aparecidos en el ERE de su empresa, en la que se prejubilaron 13 personas.
La juez de los ERE, Mercedes Alaya, impuso una fianza civil de 1.990.689 euros a la dueña del restaurante porque la hizo responsable del total de la prima abonada por la Junta para el ERE de su empresa y no solo de los dos "intrusos".
Ahora, ante la falta de designación de bienes por la imputada para hacer frente a dicha cantidad, el juzgado acuerda embargar el propio solar de la dársena del puerto de Sevilla donde se ubica el restaurante y otra finca situada en esa misma zona de la calle Betis pero en sus números pares.
Todo ello, según el juzgado, "sin perjuicio de que por la imputada se puedan designar nuevos bienes sobre los que trabar embargo".
Además, embarga un apartamento propiedad de la empresaria en Arévalo (Ávila).