Espejo público ha tenido acceso al informe psicólogico de José Fernando, hijo adoptivo de la fallecida Rocío Jurado y de José Ortega Cano en el que se desprenden datos reveladores.
Según este informe, Jose Fernando refleja: "Una inadaptación alta, descontento consigo mismo y con la realidad. Miedo y tristeza, y baja autoestima". Además, echa de menos a su madre fallecida y a su padre le ve como muy poco permisivo, algo revelador ya que han sido algunas voces las que se atrevían a aventurar que el exdiestro, no habría estado muy pendiente de la educación de sus hijos. Con esto se ve, que al hijo de Ortega Cano, en prisión todavía desde el incidente protagonizado a las puertas de un prostíbulo con otro chico al que él y sus amigos pegaron y quemaron su coche, le importa demasiado el estar a la altura de su padre y que Ortega ha sido muy recto con la educación.
El informe también revela que: "Responde con rabia y furia ante estados en los que se siente frustado" y hace un esfuerzo pero se siente responsable y culpable. Cuando el joven se siente reforzado en sus comportamientos, se adapta favorablemente.
A pesar de haber pasado ya casi ocho años, el hijo de la más grande se sienten: "Muy influido por la muerte de su madre. Teme el fracaso y teme fallar a su padre por lo que se comporta con agresividad y rebeldía".
El programa se ha puesto en contacto con una de los centros terapéuticos más prestigiosos de España, la Clínica Marenostrum de Barcelona, y ha hablado con la directora y expaciente Sol Bacharach, que ha explicado sobre este informe que lo primero que habría que mirar es cómo se comporta el paciente sin estar bajo los efectos de ningún estupefaciente y sobre todo mirar desde cuando uno sufre adicciones, que suele ser bastante antes de la que suele reconocer el paciente. Además, ha querido explicar que una adicción es una enfermedad, y como tal se debe de curar.
Muy discreta no ha querido desvelar si la familia se ha interesado en su centro, pero es algo evidente ya que el cantante Pepe "el Marismeño" -Pepe Gómez- que está ejerciendo de "hermano mayor" con el joven, fue paciente de la antigua La Garriga, ahora Marenostrum, y ha abierto un centro del que es director y terapeuta, que colabora directamente con la clínica catalana.
