El futuro de los 20 felinos que permanecen vivos de la colonia de gatos que desde hace más de dos décadas vive en las inmediaciones de la Gerencia de Urbanismo (situada en La Cartuja) depende de la decisión que adopte el Ayuntamiento hispalense al respecto. Una de las trabajadoras de la Gerencia, que hasta la fecha cuidaba de forma voluntaria de dicha colonia de felinos hasta que hace 12 días sus jefes le prohibieran alimentarlos, remitió hace unos días una misiva al alcalde hispalense, Juan Ignacio Zoido, pidiendo que estos gatos puedan permanecer en el organismo público, “su hogar desde hace más de 20 años”.
“No hay plan B. Así que la vida de estos gatitos depende de la respuesta del alcalde”, señaló a Viva Sevilla, Carmen Jiménez, persona que se ha hecho cargo de los animales durante años con la ayuda de otra compañera de trabajo.
Carmen, amante de los animales y miembro de varias asociaciones, decidió comenzar una “particular batalla” en varios medios sociales para lograr la permanencia de los felinos en las inmediaciones de la Gerencia, y del mismo modo inició una recogida de firmas de apoyo en la plataforma digital change.org, después de que se le prohibiera mantener a estos animales. Hasta la fecha ya hay recogidas cerca de 1.300 firmas, registradas en el Ayuntamiento junto con la carta al alcalde.
De su lado, el Consistorio (que áun no ha respondido a la misiva) ha señalado que la prohibición de la Gerencia de Urbanismo viene dada por “una denuncia del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil” y “no una decisión de este equipo de Gobierno”.
Las razones que esgrime el Seprona es que “no está permitido dar de comer a los animales en una situación descontrolada”, toda vez que Carmen Jiménez señala que lo que ella venía haciendo desde hace 20 años “no contraviene ni la ordenanza municipal de tenencia de animales ni la Ley autonómica de Protección de animales”. “En las ordenanzas municipales referentes al zoosanitario no hay una prohibición expresa de cuidar y alimentar a un grupo controlado de animales dentro de un recinto municipal”, defiende Jiménez, que además hace hincapié en que este grupo de gatos está vigilado y controlado sanitariamente, ya que llevan a los animales a “controles veterinarios puntuales”.
Coartada perfecta
“La denuncia del Seprona ha sido la coartada perfecta para la Gerencia de Urbanismo que no quiere a los animales en su recinto desde hace mucho tiempo. Con voluntad política se podría desactivar esta denuncia”, señala Jiménez, que rechaza como solución trasladar a la colonia de gatos a la protectora municipal ya que está “en contra de la política de sacrificio” que se practica en este centro.
Además, para la defensora de estos gatos, la campaña de concienciación ciudadana para frenar el abandono de animales que el pasado viernes presentó el Consistorio “es una farsa”.
“Lo que los técnicos del zoosanitario realmente hacen son batidas masivas e indiscriminadas con vistas al sacrificio de gatos y palomas, entre otros animales”, señala Jiménez, que añade que el gobierno municipal de Zoido debe tomar ejemplo de otros Ayuntamientos como el de Zaragoza, Barcelona y Valencia, ciudades en las que “se esteriliza y contrala a los animales y los dejan vivir en la calle, dónde no molestan a nadie”.
“Además -continua- es mucho más económica esta opción que la de sacrificar a los animales. El Ayuntamiento no tiene excusa”.