“Tengo la impresión de que a mi padre lo han asesinado en ese hospital”. Con esta tajante, sobrecogedora y estremecedora declaración concluía su relato Francisco S., cuyo padre fallecía el pasado 5 de enero en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz, meses después de ser ingresado para una operación de corazón que se complicó debido a diversas infecciones bacterianas “posteriores” a la misma y que incluso le llevó a que le amputaran una pierna.
El caso de Francisco, como el de Pepe, otro familiar de “una víctima”, fue expuesto en el transcurso de una durísima rueda de prensa ofrecida por la Asociación el Defensor del Paciente para denunciar los brotes de distintas bacterias, entre ellas la ‘acinetobacter buanmanni’, aunque la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, según informa EFE, desvincula el caso del padre de Francisco con el brote surgido en la UCI del hospital gaditano en la última semana del mes de noviembre del año pasado y asegura que el 20 de diciembre de 2013 se derivó a planta el último caso sin que desde entonces haya aparecido ningún otro afectado relacionado con esta agrupación. En total, la administración autonómica cifra en 8 los pacientes afectados, que “permanecieron en aislamiento y a los que se le dispensó tratamiento específico”.
Pero para la Asociación el Defensor del Paciente, según su presidenta nacional, Carmen Flores, los brotes de bacteria que ha sufrido el Hospital Puerta del Mar se deben “a los recortes” y a “deficiencias en el protocolo higiénico-sanitario”, de hecho, señala que “tenemos conocimientos de cosas como que salen de la UCI con la misma bata” o que “no se cambian las mascarillas”, lo que produce estos brotes que “no son asumibles”.
Flores señala que “nos acusan de ser alarmistas pero lo que queremos es evitar casos como estos que incluso llegan a producir la muerte… por lo que si para evitarlos tenemos que crear alarma, pues lo hacemos”.
Por su parte, Damián Vázquez, abogado de la asociación en Cádiz, quiso mostrar el apoyo a estas familias, y denunció que “puede haber ocultación de lo que está ocurriendo”, de hecho, cuentan con unas 20 familias afectadas que se han puesto en contacto con la asociación. En este sentido, anunció que han remitido un escrito al fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia con el objetivo de que se admitan a trámite y acaben en un juzgado de instrucción por la vía penal. También celebrarían una reunión con los afectados por si “tomamos otras medidas como una reclamación patrimonial”
La administración aseguró, según EFE, que el acinetobacter es un germen que vive en la vía intestinal de las personas y que en pacientes en situación crítica, con estancias prolongadas y en tratamiento con antibióticos, puede cambiar y originar un patrón de resistencia al tratamiento antibiótico.
Asimismo, la Junta subraya que las infecciones de este tipo existen en todos los hospitales como consecuencia de la frecuencia en la utilización de antibióticos que favorecen su resistencia; además de la manipulación intensiva (ventilación asistida, nutrición parenteral, canalización de vías centrales) en pacientes con una situación extremadamente delicada.
Pero la historia relatada por Francisco deja muchas dudas al respecto, puesto que desde que su padre ingresara el 25 de agosto de 2013, hay constancia de hasta ocho infecciones diferentes en 81 días, además de denunciar múltiples trabas para recabar información a la que los pacientes tienen derecho legal a reclamar como el historial médico. Como dudas al respecto dejó también el relato de Pepe, cuyo padre sigue vivo pero que “estuvo dos meses en coma” tras “padecer una infección justo después de someterse el 24 de septiembre del pasado año a una operación de válvula coronaria”, la misma operación que la del padre de Francisco.
La asociación recuerda que “las bacterias hospitalarias son denunciables” y recomiendan ponerse en contacto con el Defensor del Paciente cuando se sea víctima de un caso similar. Recomienda solicitar el historial médico, “y no tener miedo a denunciar”. Flores insiste en que “no le echamos las culpas a los médicos ni a los enfermeros, pero estos tienen también que denunciar y no hacerle el juego a la Gerencia del centro o a la Administración Pública porque sino son cómplices”, recordando que “ya ha precedentes con sentencias condenatorias de casos similares en Madrid”.
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