La Copa Davis sigue provocando gastos extraordinarios al Ayuntamiento de Sevilla pese a que hace meses que se hizo balance oficial y supuestamente final del evento y se reconoció que se había saldado con un déficit de casi un millón de euros. En el Pleno municipal del pasado viernes, último del año y que supuso también la despedida de Torrijos como concejal, la Delegación de Hacienda presentó por sorpresa y vía urgente un reconocimiento extrajudicial para el pago de 10.682,87 euros por el almacenamiento de la cubierta.
Aunque no ha desaparecido como la anterior, la cubierta de la segunda Davis no ha dejado de deparar sorpresa en forma de gastos añadidos. Como se recordará, el gobierno de Zoido decidió comprarla, extraoficialmente por unos 429.000 euros, con el argumento de que la diferencia entre comprarla y alquilarla era de “sólo” 200.000 euros y la ciudad podría reutilizarla prácticamente casi gratis.
Según la reconstrucción estimada de los gastos, dada la habitual falta de transparencia del Ayuntamiento en ésta y otras materias, la Appes tuvo que hacerse cargo del almacenamiento de la estructura una vez terminada la final entre España y Argentina. Para ello, y a fin de evitar que fuera robada como su antecesora, decidió ponerla a buen recaudo en el interior de un recinto cerrado y vigilado como es el estadio de la Cartuja, previa firma de un contrato de alquiler de un año (2012) con la Sociedad Estadio Olímpico, por 971 euros al mes.
Como fallaron las previsiones de reutilización por parte del Ayuntamiento, al concluir 2012 la Appes se negó a continuar pagando la factura del almacenamiento, pero la cubierta ha seguido en el estadio, generando gastos de un alquiler prorrogado tácitamente pero que nadie abonaba a lo largo de 2013 porque nadie quería asumir ese coste.
El pasado 13 de diciembre, la jefa de servicio de Patrimonio emitió un informe en el que llegaba a la conclusión de que no era la Appes quien debía pagar las facturas, sino el propio Ayuntamiento, y tramitarlas como un reconocimiento de crédito. La Appes, por su parte, alegó que ni siquiera había habido un pronunciamiento de la Corporación sobre el destino de los bienes, un argumento que a buen seguro contribuyó a precipitar la decisión del gobierno local de reubicar la cubierta en el Parque de los Príncipes y desechar la idea de PSOE e IU con la primera cubierta de colocarla en Amate u otro barrio menos pudiente.
Tras empezar la sesión del viernes, el Área de Hacienda sometió a su aprobación el expediente de reconocimiento extrajudicial “para el pago de las facturas correspondientes (al) abono de arrendamiento de local para almacenaje de elementos que conforman la estructura de la cubierta que fue utilizada para la celebración de la Final de la Copa Davis 2011”.
Como acreedor figuraba la Sociedad Estadio Olímpico. El coste del almacenamiento, con IVA incluido, 10.682,87 euros, que pasa a engrosar la factura de la cubierta, un capítulo que aún no está cerrado, ni mucho menos.
La cubierta supera ya el millón de euros
El coste de la cubierta de la Davis y de su reutilización supera ya el millón de euros según las estimaciones a partir del análisis de las cifras dispares que se han dado a lo largo de estos dos años, sin que aún exista versión oficial y real. Se ha llegado a decir que la cubierta costó 880.000 euros más 400.000 euros del desmontaje.
La estimación a la baja y posiblemente más acorde a la realidad serían: 429.000 euros por la compra; 22.334 por el almacenamiento durante dos años en los bajos del estadio de la Cartuja y 550.000 presupuestados para su futura reubicación en el Parque de los Príncipes. Total por ahora, 1.001.334 euros.
PSOE: “Otra muestra de descontrol”
La oposición se vio sorprendida el viernes en el Pleno ante esta nueva factura. En este sentido, al final de la sesión, el edil socialista Alberto Moriña declaró: “Es otra muestra del descontrol de los gastos de la final de la Davis, con informes técnicos contrarios advirtiendo de irregularidades y con gastos asumidos por el Ayuntamiento que no le correspondían”.
“Se vuelve a demostrar -decía- el problema provocado por el proceso de compra de la cubierta, que costó medio millón de euros y que viene provocando un coste que nadie quiere asumir; ahora, si realmente se cumple el anuncio del gobierno, costará otro medio millón colocarla en el Parque de los Príncipes”.