Con la reforma de la Ley del Aborto, el Gobierno ha endurecido los supuestos por los cuales se puede interrumpir un embarazo, ya que sólo lo justifica una violación o un “grave peligro para la vida o la salud física o psíquica” de la mujer. Sin duda alguna los requisitos son más estrictos que la ley de 1985 y el procedimiento, más largo. Además, se elimina la interrupción en caso de malformación del feto. El ejecutivo da así la razón a quienes sostienen que el Gobierno está efectuando un giro a posiciones más conservadoras. Es la hora del espectáculo político, más pendiente de los réditos que del problema en sí. El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, no ha tardado en afirmar que “Rajoy ha cambiado la libertad de las mujeres por un puñado de votos de la extrema derecha” y anuncia una ofensiva parlamentaria en España y en Europa. “El aborto no es un derecho, sino una excepción”, dice el PP, aunque esto no ampara este retroceso de 30 años . “No es una ley contra el aborto, es una ley contra las mujeres”, contesta el PSOE sacando sus mejores armas populistas. Pero al margen de esta pelea está la realidad de la calle que dice que en España cada vez hay menos abortos. En 2012 hubo 112.390, casi 6.000 menos que en 2011, un descenso del 5%, lo cual deja claro que la ley de 2010 se bastaba por sí misma y que para los políticos la mujer es, desde este viernes, poco más que un objeto con el que captar votos.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es