Los últimos escándalos que han afectado a la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), unidos a la profunda crisis económica que sufre la institución y al descalabro de la llamada Concertación Social, han llevado a su presidente, Santiago Herrero, a renunciar a presentarse a la reelección a un cargo en el que se mantenía desde 2002.
Santiago Herrero anunciará este jueves a los órganos de dirección de la patronal que no optará a la reelección en 2014 y propondrá para sustituirle al presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga, Javier González de Lara.
Según fuentes de la patronal andaluza, Santiago Herrero comunicará su decisión al comité ejecutivo y a la junta directiva de la CEA, aunque se mantendrá en el cargo hasta que se celebre la asamblea electoral, en torno a marzo. Asimismo, Herrero propondrá para el cargo al presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga.
A la profunda crisis económica en la que se ha sumido la institución, con un déficit de 12,4 millones en 2012, se han unido los últimos escándalos derivados de la inconclusa promoción de VPO Isbylia en Sevilla Este, promovida por una fundación de la CEA y que ha llevado a su cúpula directiva, con Herrero a la cabeza, ante los tribunales por una denuncia de estafa, como ha relatado Viva.
La Fundación para el Desarrollo del Sur de Europa, cuyo patrono único es la CEA, ha sido denunciada por la vía civil y penal por los adjudicatarios de las viviendas, los contratistas de las obras e incluso por la Sareb, quien detectó un desfase de entre 12 a 14 millones de euros en el préstamo que Caja Madrid otorgó en su momento para la construcción de las VPO.
La denuncia penal no sólo se ha dirigido contra la Fundación en sí, si no también contra toda la cúpula directiva de la CEA, incluyendo a su presidente, quienes lejos de justificar los desfases e impagos cargaron contra la Sareb al impedir una solución para la construcción de las viviendas que, si no se entregan, obligará a la Junta a pedir el reintegro de la ayuda de 1,7 millones que se le otorgó a tal efecto, aunque no fuera oficial vía BOJA hasta dos años después de su cobro.
Al margen de esta grave mancha con la que Herrero dejaría el cargo, la patronal ha sufrido una importante caída de ingresos (subvenciones -Junta- y cuotas), ha pasado por un ERE que afectó a la mitad de su plantilla y cerró 2012 con un déficit de 12,4 millones, mientras el modelo de Concertación Social en el que se apoyaba, hace aguas.
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