Otro cambio es el propio diseño del buzón, obra del Francisco Cozano, quien con este trabajo ha intentado crear una obra que “resulte atractiva para los más pequeños y llegue igualmente al alumnado de secundaria”. El buzón se inspira en una forma de un silbato como símbolo de aviso, y en el patrón de colores del famoso cubo de Rubik.
El teniente de alcalde delegado de Educación, Salvador Catalán, explicó que se trata de un instrumento que pone al alcance de la infancia y la adolescencia, la posibilidad de hacer oir su voz, a través de preguntas, inquietudes y cuantas iniciativas quieran presentar. Un total de 25 buzones se distribuirán por centros de Primaria y Secundaria y en espacios públicos.
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