Belén Esteban ha presentado, junto a Boris Izaguirre, su libro 'Ambiciones y reflexiones'. Nerviosa, junto a toda su familia y a sus amigos, 'la princesa del pueblo' hacía su aparición del brazo del escritor, atendiendo con su mejor sonrisa a los medios allí congregados.
'Ambiciones y reflexiones', es el nuevo libro de Belén Esteban. Se trata de una biografía que ha sido protegida bajo secreto casi sumarial por su editorial, Espasa. Boris Izaguirre, autor de las entrevistas de las que se nutre el libro, no ha querido adelantar nada de lo que se podrá leer en esta jugosa mezcla de memorias y alegatos. "Todo lo que tenía que decir, está en el prólogo", explica amablemente el venezolano. Sin embargo, algunas claves del libro ya han sido publicadas, sobretodo las referentes al asunto de sus adicciones.
Por primera vez Belén Esteban deja a un lado los eufemismos (en los platós hablaba de sus adicciones) y se atreve a utilizar frases claras como: "Hubo un tiempo en que solo pensaba si mañana tendría para ponerme. En este mundo hay mucha droga, te la ofrecen por todos lados".
El episodio dedicado a la droga es quizás el más sórdido de todo el libro. En él, la celebrity confiesa que se metía antes de ir grabar Más que baile, una "barbaridad", en sus propias palabras. La ex de Jesulín denuncia lo fácil que es conseguir droga en España. "No es nada caro. ¿Qué vale una pastilla, tres euros? Así se engancha a los jóvenes. Son gentuza. Yo tengo miedo a salir porque la droga está por todos lados y sé que voy a casa de personas que tienen gramos hasta debajo del cenicero y que me van a ofrecer... en mi mano está decir que no".
LOS ANTIGUOS AMORES DE BELÉN
Por supuesto tanto Jesulín como Fran, su ex marido, ocupan importantes páginas en este libro. Cuando Belén escribe sobre lo sincera que es y la verdad que emana, reconoce que lo único que le ha hecho mentir ha sido su relación con Fran, su ex marido camarero. Respecto a Jesulín, abundan los reproches como los que lleva años profiriendo desde la pantalla de Sálvame. De Jesulín y Fran admite que ambos están muertos para ella y únicamente les desea que sean felices en el futuro. Respecto a María José Campanario asegura que ha hablado en el mismo tono que siempre.
Uno de los episodios que pudo cambiar la vida de Belén se produjo cuando Jesulín estuvo ingresado a raíz del accidente de tráfico que sufrió. Belén no fue a visitarle durante su estancia en el hospital, algo que el padre de su hija tuvo muy en cuenta: "Jesús me dijo si hubiera ido a verle al hospital ahora sería todo diferente, pero la vida está escrita de otra manera para los dos".
RODEADA DE SUS SERES MÁS QUERIDOS, SÓLO FALTÓ ANDREA JANEIRO
No sólo hay sordidez en este libro, también hay capítulos emotivos. En especial, aquellos en los que habla de su padre y de su hija Andrea. "Tengo una hija maravillosa que me absorbe todo el tiempo y acapara todo mi cariño", escribe en el primer capítulo sobre el fruto de su relación con Jesulín de Ubrique. Andrea fue una de las grandes ausentes en la presentación, su madre siempre ha querido mantener a su hija al margen de los medios, contando su deseo de que Andrea estudie en el extranjero: "Me gustaría que viera mundo" afirma Belén.
Esta faceta de madre coraje ha sido su santo y seña, pero más desconocida es la relación que mantenía con su padre. A él está dedicado uno de los capítulos más escalofriantes en el que narra cómo fueron sus últimas horas. "Él me quería abrazar y yo sentía mucha angustia. [...] Me dio pánico la muerte en sí y me paralicé". La Estaban confiesa que nunca se ha perdonado. "Con la muerte de mi padre, yo también morí un poco".
Una parte muy importante es la dedicada a su faceta de "princesa del pueblo". Belén asegura que desde que conoce a los Príncipes personalmente, le gusta que la llamen princesa: "Ahora como me voy con la Princesa de Asturias ya no me quejo". Después de conocer personalmente al Presidente del Gobierno y a una parte de la familia Real, Belén desea conocer a su majestad el Rey Don Juan Carlos. Un deseo que ella espera cumplir.
Belén Esteban llegó acompañada por el autor del libro, Boris Izaguirre, vestida con un moderno vestido péplum y zapatos peep toes. Allí esperaban su madre, Carmen Menéndez, sus hermanos Juan y Cuqui, así como su grupo de amigas encabezadas por su incondicional Mariví. Apoyando incondicionalmente a su hija, su madre asegura que borraría estos diez meses pasados pero asegura que: "el pasado pasado está".
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