La Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria SA (Sareb, el "banco malo") ha llevado ante la Fiscalía la “dudosa gestión” de la fundación de la CEA que iba a construir una promoción de VPO en Sevilla Este (Isbylia), ante la falta de justificación de 12 a 14 millones de euros del préstamo de 50 para realizarlas. Además, insta al concurso de acreedores de la entidad para finalizar las obras, en las que la Sareb invertiría los seis millones necesarios para concluirlas.
El préstamo para la construcción de las VPO Isbylia es uno de los tantos que les ha llegado al banco malo como activo tóxico, pero ha tenido muchas particularidades: 583 afectados; su promotor es una fundación (“que a lo mejor están para otras cosas”, según fuentes del Sareb); las dos constructoras actuantes tienen administradores en común; deudas pendientes y embargos (proveedores, Seguridad Social, Hacienda); y que la propia entidad “se ponga de perfil” cuando se le ofrece como solución que la CEA, patrona única de la fundación, respalde el proyecto mediante un “crédito personal” de seis millones para terminar las obras.
Según fuentes del Sareb, cuando analizaron el desfase presupuestario del préstamo, constataron que el inicial de 30 millones se había incrementado hasta los 50 y que, del total, sólo estaban justificados 38 millones, con un déficit de 12 a 14 millones de euros. En este déficit no incluye deudas a proveedores, ni las aportaciones de los adjudicatarios (17.000 euros por cada uno) ni las ayudas para construir VPO recibidas por la Fundación para el Desarrollo del Sur de Europa, que así se llama la fundación de la CEA.
Todas estas irregularidades contables, además del hecho de que las dos constructoras que no finalizaron las obras (Dolmen -en concurso de acreedores desde 2012- y Nazarí -cuyo contrato fue rescindido en agosto de 2013) coincidan en dos de sus administradores y que las cuentas de los compradores no estuvieran aseguradas (Millenium Assurance, con sede en Gibraltar, era la aseguradora), han sido la base para llevar el caso ante la Fiscalía.
Las fuentes del Sareb apuntan que han aportado a la Fiscalía la auditoría realizada, apuntando que será la Fiscalía la que califique los delitos. “Tenemos indicios de falta de justificación de fondos”, insisten, apuntando que será el juez el que deberá “levantar alfombras y mirar lo que hay que mirar”, sin querer señalar a la CEA. “Tenemos el préstamo de la fundación”.
Por otro lado, han instado a los Juzgados de lo Mercantil la apertura del concurso de acreedores ante la “absoluta insolvencia jurídica y económica de la fundación” para terminar las obras, un extremo al que ha contribuido el hecho de que la CEA, como patrona de la fundación, se haya negado a respaldar el préstamo ofrecido para finalizar las obras.
Este préstamo, que era “un crédito personal a la CEA, sin garantías hipotecarias”, dicen las fuentes, se elevaba a seis millones de euros y correspondía al coste que las gestoras Gleeds e Inmobiliaria del Sur habían calculado como inversión para finalizar las obras.
La patronal de empresarios andaluces se negó a aceptarlo, por lo que la Sareb ha considerado como única fórmula factible para entregar las VPO el concurso. De hecho, esperan que, una vez admita el juzgado de lo Mercantil el concurso y se fijen los administradores, las obras podrán estar concluidas en cuatro meses.
VPO pero sin ayudas
Entre los problemas hallados por la Sareb debido a los retrasos en esta promoción figura el que los compradores de las VPO de Isbylia podían perder los beneficios crediticios que se le otorgan a los adjudicatarios de viviendas protegidas.
Para sortear este impedimento, el Ministerio de Fomento accedió a modificar puntualmente (dos meses) el objeto social de la Sareb, para actuar como entidad colaboradora en gestión de ayudas de VPO. El plazo se abrió en septiembre y terminó el 19 de noviembre, fechas en las que deberían haberse finalizado las obras.
La celeridad de Fomento (que quería cerrar el capítulo este año) y la negativa de la CEA a respaldar el préstamo para terminar las obras han provocado que los adjudicatarios no puedan beneficiarse de esos créditos.
La asociación de afectados ha celebrado que la Sareb haya llevado a la Fiscalía las irregularidades en la gestión de la fundación, que para este colectivo suponen una "estafa", y han responsabilizado a la cúpula de la CEA.
Por su parte, fuentes de la CEA han declinado por el momento hacer declaraciones al respecto hasta contactar con el equipo jurídico de la fundación, para conocer de primera mano la información.
La última subvención, librada en octubre
Entre las subvenciones de las que se benefició esta fundación para construir VPO se encuentra la que publicó Viva y que asciende a 1,7 millones de euros, aunque, según ha aclarado la Sareb, corresponden a ayudas aprobadas hace dos años y que han sido ahora libradas por la Administración andaluza.
Según las fuentes del Sareb, la documentación que poseen ellos se refieren al préstamo hipotecario del que se hicieron cargo en diciembre de 2012 procedente de Bankia (CajaMadrid) y no incluye información adicional ni de este tipo de ayudas, que saben que la fundación ha recibido, ni del montante que aportaron los adjudicatarios de las VPO, que algunas fuentes elevan a 9 millones de euros, y que finalmente se ingresaron en cuentas no garantizadas, a pesar de que se suponían avaladas a través de Millenium Assurance.
12 a 14 millones, sólo del préstamo
El préstamo hipotecario de Isbylia asciende a 50 millones (tras la ampliación de los 30 iniciales). 38 están ejecutados. De 12 a 14, sin justificar. Habría que añadir la aportación de compradores (17.000 euros cada uno) y las ayudas para VPO (1,7 librados en octubre).
Dos constructoras, mismos nombres
Las obras de Isbylia las inició Dolmen, que terminó en concurso de acreedores en 2012. Se adjudican las obras a la constructora Nazarí -luego se rescindieron- y dos de sus administradores también lo eran de Dolmen, una práctica “irregular”, según la Sareb.
Sin garantizar y Gibraltar por medio
Los adjudicatarios de las VPO entregaron sus aportaciones en cuentas que no estaban aseguradas, según su denuncia. Las cantidades entregadas a cuenta estaban aseguradas por Millenium Assurance, con sede en Gibraltar. A la Sareb no le constan en la documentación.
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