Una nueva generación de consolas trae consigo mejoras que damos por sentadas, como un salto gráfico
Una nueva generación de consolas trae consigo mejoras que damos por sentadas, como un salto gráfico. También más posibilidades como la multitarea y, a medida que crecen las posibilidades online, de servicios. Sin embargo, los juegos y las aplicaciones no podrían ir más allá sin avances en el control, algo en lo que las compañías tratan de innovar constantemente. Xbox One, con su nuevo mando y Kinect, promete alcanzar niveles nunca vistos en este terreno.
El mando de la primera Xbox, originalmente bastante grande, fue rediseñado en sus primeros años de vida, pensando en el mercado japonés, y se volvió más pequeño. Gustó tanto este nuevo diseño que Microsoft lo extendió a todo el mundo. Después, Xbox 360 heredó un controlador parecido, pero inalámbrico, aún más ergonómico, y con un aspecto en la línea de la nueva consola. La mejora fue evidente. Y aunque el mando de Xbox 360 está muy bien valorado entre los jugadores, la compañía no ha querido quedarse ahí.
Con Xbox One, Microsoft ha abordado una tarea tan ambiciosa como mejorar un producto con pocas fisuras y que gustaba, en lugar de abrazar aquello de "si algo funciona, no lo cambies". La compañía ha decidido cambiar para mejor e incluir nada menos que 40 innovaciones tecnológicas en el mando, que potencian tres aspectos: La inmersión, la precisión y la comodidad.
Los gatillos son, quizá, uno de los elementos más importantes a la hora de mejorar la inmersión a través del mando. Están dotados de vibración que ofrecen 'feedback' al jugador en diferentes acciones, como los frenos o la aceleración en un juego de carreras, los disparos y las explosiones en uno de disparos o los latidos del corazón en un videojuego de terror. De momento, el título que mejor lo aprovechará es Forza 5, pero Microsoft ha realizado demostraciones con varios géneros en ferias como el E3, demostrando que las posibilidades son enormes.
No menos importantes son los 'sticks' analógicos en un mando; por eso Microsoft los ha rediseñado, siendo ahora ligeramente más pequeños y con una nueva textura, lo que hace que requieran un 25 por ciento menos de fuerza para ser movidos, mejorando la precisión a la hora de apuntar, por ejemplo. La cruceta, por su parte, también ha sufrido una pequeña metamorfosis, al estilo de los mandos clásicos, pensando en "oferecer más precisión y 'feedback' táctil a la hora de jugar".
Por su parte, los botones también han sufrido un ligero lavado de cara y ahora no solo tienen un aspecto de mayor calidad (con un proceso de fabricación en tres pasos que, permite, por ejemplo, que las letras estén dentro, suspendidas en 3D); también han sido reubicados para que la transición de unos a otros sea más rápida.
Por otro lado, también se ha mejorado la tasa de transferencia entre el mando y la consola, permitiendo por ejemplo una fidelidad de audio más alta en los 'headsets'. Además, cada mando utiliza una combinación de tecnología reflectiva invisible y LED para enviar una señal a la consola y Kinect. Esto hace más sencillo emparejar mandos y además el sensor asocia cada mando con quien lo está utilizando (Esto permite, por ejemplo, que el juego mueva automáticamente el lado correspondiente de una pantalla divida en multijugador para que se encuentre frente al jugador adecuado).
Por último, también resulta clave el nuevo sistema de gestión ingeligente de la batería del mando. Al reproducir una película o poner la televisión, entrará en estado de consumo bajo para no gastar, pero en el momento que el usuario lo recoja, se volverá a encender.
El mando de Xbox One también es ligeramente más pequeño y ergonómico que su predecesor, consecuencia de "extensas pruebas en un amplio grupo de edades". La compañía asegura que este nuevo controlador ha sido "optimizado para el mayor número posible de personas" y que mejora "el rendimiento en el juego" y otorga "una mayor comodidad durante largos periodos de tiempo". Además, el ángulo de los botones y gatillos superiores ha sido modificado para que se adapte mejor a los dedos y el espacio para las pilas AA se ha construido "dentro" del mando, de tal forma que hay más sitio para los dedos en la parte trasera.
KINECT, LA OTRA CARA DEL CONTROL
Pero el mando de Xbox One no estará solo. Otro de los grandes avances en materia de control es que viene de serie con una versión muy evolucionada de Kinect, el popular sensor de movimiento y voz de Microsoft. La nueva generación de Kinect mejora en todo a su predecesor, tanto en capacidad de detección de gestos como de audio y como se vende junto con Xbox One, estará completamente integrado en los menús y los desarrolladores siempre podrán tenerlo en cuenta para aprovecharlo en sus juegos.
El nuevo sensor ahora reconoce los cuerpos de los jugadores mucho más cerca y completamente en la oscuridad, por lo que resultará mucho más cómodo de utilizar en el salón. Además, es tan preciso que es capaz de detectar si los músculos de los jugadores están en tensión e incluso de calcular su ritmo cardíaco. Algunas de estas funciones ya están siendo aprovechadas por videojuegos como Kinect Rivals, que acompañará a Xbox One el día de su lanzamiento, pero en el futuro irán apareciendo muchos más.
Microsoft ha realizado diversas demostraciones en ferias como el E3 de Los Angeles o la Gamescom de Colonia y las posibilidades de Kinect para juegos resultan sorprendentes. Combinado con el mando será como añadir muchos más botones -intangibles, eso sí- con los que interactuar de forma totalmente intuitiva, ya que reconoce sin problemas a los jugadores estando sentados. De esta forma, será posible mover una mano para que se convierta en un lanzacohetes, protegernos el rostro para utilizar un escudo o movernos hacia los lados para esquivar, por citar algunos ejemplos mostrados por la compañía con una demo de un 'shooter'.
Sin embargo, no menos importante será el papel que va a jugar Kinect para interactuar con el menú de la consola y sus funciones online y sociales. Para empezar, iniciará el perfil del jugador que se sitúe delante y reconocerá a varias personas a la vez, con lo que se podrá cambiar de unos a otros con facilidad. Esto hará que se carguen automáticamente las cofiguraciones y logros de unos y otros, lo que será perfecto para hogares con varios miembros que utilicen habitualmente la consola.
Obedecerá sus voces y será capaz de reconocer más de una a la vez. De esta forma, se podrá saltar de una opción a otra con tan solo decírselo a la consola y utilizar funciones que requieren de mucha agilidad cuando no conviene soltar el mando, como en mitad de una partida. Una de las funciones que aprovechará muy bien el control por voz será la captura de vídeo. Xbox One está diseñada para ir grabando de forma automática los 30 últimos segundos de la partida, con el objetivo de que nunca se pierda un momento irrepetible que queramos compartir. Cuando algo así ocurra, podremos decir "Xbox, graba eso", y ya estará listo para compartir.
El lanzamiento de Xbox One en España está previsto para el 22 de noviembre de 2013, a un precio de 499,99 euros, aunque ya es posible reservarla en las principales tiendas. Aquellos que la reserven antes de esa fecha podrán conseguir un pack edición limitada de la consola y, en algunos casos, un juego adicional por el mismo precio.