“Sí, cuando llegas a casa piensas en que has arriesgado tu vida pero lo hiciste para salvar la vida de otra persona… por lo tanto lo volvería a hacer, porque somos policías y estoy muy orgulloso de este uniforme y de lo que somos”. Así explica Guillermo P. C. su actuación gracias a la cual evitó, junto a su compañero Francisco González y un ciudadano de a pie, que una mujer cayera al vacío desde un tercer piso. Una actuación cuyo relato es digno de cualquier película por cuento tiene de heroico y de humano
Ocurrió el pasado día 20 de octubre al anochecer. Ambos agentes de la Policía Nacional adscritos al Grupo de Atención Ciudadana estaban de servicio patrullando por el centro de Cádiz. En un momento dado recibieron un aviso del 091 alertando de que unos vecinos decían que en su bloque se estaba cometiendo un delito violento, pues así lo indicaban unos gritos y unos golpes. Los agentes se acercaron hasta el lugar indicado, en el casco antiguo de Cádiz y comenzaron a subir por las escaleras… y mientras subían, los gritos y los golpes se intensificaron, dándose cuenta que provenían de una mujer.
En el rellano del tercer piso observaron que efectivamente había una mujer, la cual estaba sentada en el alféizar de una ventana que daba a un patio interior. Esta mujer, joven, golpeaba la ventana con fuerza y gritaba desconsolada. Sin apenas tiempo de reaccionar, la joven se lanzó al vacío… pero cuando parecía que todo estaba perdido, alguien la agarró de un brazo justo en el último momento, cuando su cuerpo ya era preso de la gravedad. Era Guillermo quien logró de forma casi milagrosa, y jugándose su vida, sujetarla. Apenas un segundo después, su compañero Francisco, la asió del otro brazo, pero ni entre ambos podían subirla debido a la postura incómoda en la que se había quedado el cuerpo de la mujer.
Fueron “tres o cuatro minutos que se nos hicieron eternos”, relata uno de los agentes, sobre todo porque ella tiraba hacia abajo. “Entonces, mientras esperábamos a otros compañeros, apareció un vecino y con su ayuda logramos ponerla a salvo. En el rellano le realizamos una maniobra de retención hasta que llegaron refuerzos y se llamó al 061, cuyos miembros la atendieron allí mismo”. Por eso, los agentes quieren agradecer la colaboración ciudadana, gracias a la cual se solventó una situación de extremo peligro.
Al parecer la mujer intentaba suicidarse por un cúmulo de circunstancias personales en la que se entremezclaban relaciones interpersonales y motivos económicos. Por suerte para ella, dos agentes arriesgaron sus propias vidas para salvar la suya… un segundo más tarde y el final hubiese sido otro.
Los intentos de suicidio han crecido y mucho en los últimos años, sobre todo en estos tiempos de crisis económica. Rafael López, responsable de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional en Cádiz, no tiene datos concretos, pero son muchos los informes que pasan por sus manos todos los días, y explica que “personalmente digo que sí, que han aumentado este tipo de casos tanto en grado de tentativa como los consumados”. En esta ocasión, gracias a la actitud valiente de los dos agentes y de un ciudadano de pie, se puede hablar simplemente de tentativa… Ojalá siempre sea así.
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